En El Bolsón llueve sobre mojado. El intendente local Bruno Pogliano alarmó nuevamente hoy a la población de la Comarca Andina al reiterar que la ciudad se encuentra bajo ataque de grupos organizados terroristas, que no identificó, y señaló a esa causa como uno de los elementos centrales para justificar la suspensión de la Fiesta Nacional del Lúpulo, que debía realizarse entre el 20 y 23 de este mes.

Foto: Facebook Oficial

La fiesta es el acontecimiento económico-cultural más importante de El Bolsón. Cada año congrega decenas de miles de turistas que la convierten en el dinamizador medular de la economía local sobre los finales del ciclo estival. Su cancelación producirá un impacto negativo de gran magnitud, que se suma a las millonarias pérdidas por los incendios y la débil temporada como consecuencia de las políticas antipopulares del Gobierno nacional.

Como única ayuda federal para enfrentar la reconstrucción de El Bolsón, la Casa Rosada prometió enviar 5000 millones de pesos: esta semana el Quini 6 reparte premios por 4400 millones, y el Loto lo hace por 10.800 millones.

“Estamos enfrentando grupos organizados, grupos terroristas, que han iniciado nuevos focos en el momento en que el fuego estaba activo”, alarmó Pogliano durante una breve conferencia de prensa de 13 minutos convocada para anunciar la suspensión de la Fiesta, y que culminó en tono de arenga con una segunda denuncia sobre una supuesta conspiración de grupos ajenos a El Bolsón, que tampoco identificó, y que buscarían afectar la unidad del pueblo.

Foto: @BrunoPoglianoOK

“Estamos trabajando fuertemente con el Gobierno provincial y el Ministerio de Seguridad de la provincia para determinar quiénes son los que están detrás de este inicio del fuego y los focos sucesivos”, declaró, pese a que el terrorismo es un delito federal que debiera ser abordado, justamente, por la Justicia Federal.

Hasta el cierre de esta nota, en la Justicia Federal de Bariloche no existía  denuncia sobre supuestas amenazas terroristas presentadas por un representante del Gobierno municipal. “Acá no hay nada”, fue la escueta respuesta de un funcionario judicial a una consulta de Tiempo Argentino. Recordó que los funcionarios públicos están obligado por la Ley a denunciar un delito de su conocimiento, y más aun de esta grave naturaleza.

El intendente volvió sobre el tema del terrorismo más adelante, cuando  un periodista le consultó amablemente si la suspensión también obedecía al temor de un atentado en medio de la Fiesta.

“Sin lugar a dudas es uno de los temores. Está obviamente hablado con las distintas fuerzas de seguridad nacionales y provinciales, y en base a los últimos hechos (…) puede ser un megaevento como la Fiesta del Lúpulo un lugar para llevar adelante un nuevo atentado”, alarmó.

Pese a la gravedad de sus denuncias, el intendente invitó al turismo a retornar a El Bolsón y la Comarca: “Es un lugar seguro, se puede disfrutar de la Comarca a pleno”.

Además de temor a un ataque terrorista, Pogliano explicó que no había garantía de asistencia plena de policías, bomberos y personal hospitalario debido a que el incendio aun se encontraba activo pese a mostrar evidentes signos de debilitamiento.

A lo largo de su discurso, el intendente construyó una narrativa basada en un nosotros que serían “los vecinos de El Bolsón”,  el que contrapone a un otro externo, malvado y amenazante que pone en peligro a la población.

“Cuando El Bolsón se une, cuando deja de escuchar a los de afuera, cuando deja de escuchar el ruido que hacen politizando algunos sectores que solo buscan entorpecer o dañar políticamente a alguien, juntos salimos adelante. Acá no hay política”, enfatizó el intendente, que es un dirigente político, y añadió: Acá los vecinos de El Bolsón, que somos nosotros, nos vamos a unir y salir adelante del peor momento de nuestra historia”.

Ya en tono de arenga, proclamó: “No vamos a permitir que la chicana de algunos inescrupulosos de afuera quieran confundir con falsa información y dañar a El Bolsón”, acusó sobre un supuesto grupo que tampoco identificó.

La violenta reacción oficial atemorizó a grupos rurales y ambientalistas  habitualmente agraviados y descalificados por Pogliano, debido a que suelen oponer resistencia a desarrollos inconsultos que el municipio intenta llevar adelante en Áreas Naturales Protegidas o en Reservas Forestales, como las que han sufrido el incendio.

Algunos grupos consultados por Tiempo Argentino confirmaron su alarma y anticiparon que buscarán formas colectivas de defensa frente a lo que prevén como una ofensiva criminalizadora y represiva articulada entre los gobiernos nacional, provincial y municipal, con el paraguas y aliento de los grandes capitales locales y transnacionales que han desembarcado en la región cordillerana adquiriendo de manera ilegal decenas de miles de hectáreas, con ríos, lagos, nacientes de agua y una incalculable biodiversidad.