Después de las negociaciones a contrarreloj para conseguir el tercio necesario para impedir que la oposición voltee el veto al aumento jubilatorio que aprobó el Congreso semanas atrás, Javier Milei recibirá en la noche de este martes a los “87 héroes” que se plegaron a las fuerzas del cielo en Diputados.
La cita se agendó para las 20:30 en la Quinta presidencial de Olivos. Allí, el presidente recibirá a cada uno de los diputados con un afectuoso agradecimiento por haber comprendido “el momento histórico” que atraviesa el país. Junto a él estarán su hermana Karina, el jefe de gabinete, Guillermo Francos, el vicejefe de gabinete del Interior, Lisandro Catalán, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem y el vocero presidencial, Manuel Adorni.
La mesa chica del gobierno, que también incluye a Santiago Caputo -aunque no estará presente en la mesa por “cuestiones de agenda”-, reconfiguró en las últimas semanas su estrategia política. Con la institucionalización de las reuniones de los martes, la gestión libertaria comprendió, a fuerza de derrotas parlamentarias, la necesidad de entablar un diálogo con todos aquellos sectores dispuestos a dar gobernabilidad y estabilidad al oficialismo.
Con esta vuelta de tuerca, desde el círculo íntimo del presidente no descartan la posibilidad de concretar una mayor confluencia con los espacios aliados a través de un gran interbloque, que pasaría a conformar la segunda minoría en caso de concretarse. Formarían parte los diputados del PRO, La Libertad Avanza, el MID y los siete radicales díscolos que modificaron su voto la semana pasada.
Para un alfil del gobierno, la decisión de la Mesa Directiva de la Convención Nacional de la Unión Cívica Radical de suspender momentáneamente a Luis Picat, Mariano Campero, Pablo Cervi y Martín Arjol es una oportunidad que no van a desaprovechar. En el mapa electoral que trazan desde Casa Rosada, la incorporación del misionero y el neuquino representaría un avance contundente del oficialismo en ambas provincias, donde no sobran los votos y nombres propios.
Además de estar en tratativas electorales, el oficialismo se concentra en desmentir cada una de las versiones sobre supuestas internas en la mesa chica. Después de que se conociera la internación de urgencia del jefe de gabinete, se especuló por días sobre el motivo real que habría desencadenado este cuadro gastroenterológico. Fueron los dichos del periodista Eduardo Feinmann, quien afirmó que la descomposición de Francos se dio tras una discusión con Karina y Santiago, lo que puso en alerta al oficialismo, que se encarga hasta el día de hoy de desmentir cada vez que puede estos dichos.
Este martes fue el turno de Lisandro Catalán. Tras una reunión que encabezó en su despacho con el triángulo de hierro, el virtual ministro del Interior publicó en su cuenta de Twitter una foto del jefe de gabinete abrazado a las dos patas fundamentales de la mesa libertaria. “Todos peleados”, reza el posteo que los muestra sonrientes.
A pesar de las especulaciones que ponen a Bullrich en el centro de la escena como una virtual jefa de gabinete, Francos retomó el protagonismo que supo obtener con la aprobación de la Ley Bases. Este martes, el líder de los ministros recibirá a los gobernadores Alberto Weretilneck y Rolando Figueroa en Casa Rosada para avanzar en las discusiones sobre la industria petrolera nacional.
El mismo esquema, advierten, podría repetirse a lo largo de la semana con otros mandatarios, con quienes ya se vio al inicio de semana vía Zoom para explicarles de primera mano el Presupuesto 2025 y la expectativa de ajuste que el gobierno nacional pretende para las provincias. Más de un gobernador hizo saber en aquel encuentro virtual que no habrá más margen para la motosierra, menos en un año electoral.
La cena de los 87 apóstoles
El encuentro con los diputados tendrá lugar en el quincho de la Quinta y contará con un despliegue digno de un asado presidencial. Los comensales serán agasajados con una paqueta entrada de fiambres y quesos, una base que servirá para luego dar lugar a los más de 50 kilos de carne que esperarán humeantes en la parrilla. Como acompañamiento, los presentes degustarán una copa de vino.
Tal como ya habían anunciado días atrás cuando se confirmó el encuentro, cada comensal deberá abonar una suma de $20.000, que cubrirá los gastos por plato. El mismo, según confirmaron desde el gobierno, se abonará a través de pago electrónico y no se aceptará efectivo. Este monto sólo está previsto para un plato y una copa. En caso de querer repetir, se deberá abonar la misma suma para poder cubrir el costo de la cena.
La decisión de cobrar el cubierto, enteramente ideada por el presidente, no cayó en gracia en los diputados invitados, que ven esta postura como un “sobregiro” de la motosierra y la premisa del “no hay plata”. “Esperemos que en vez de un asado sea una mateada”, dijo ante este medio uno de los diputados que visitó la Casa Rosada este lunes.