El Centro Cultural Kirchner (CCK) estrenó programación en la nueva gestión bajo el gobierno de Milei. El corazón que recibe al público en la entrada, obra del escultor Alejandro Marmo, está hecho con hierro fundido. Es gris oscuro y frío al tacto. “La sociedad argentina está experimentando un gran apagón cultural”, dice el artista. La escultura está atravesada también por un sensor de luz que se enciende cuando alguien se acerca.
“Hay una usina creativa que asoma en momentos de incertidumbre. El mundo artístico es salvador. La fiebre de ese mundo hace que se levante la temperatura. Hay que buscar nuevas maneras de iluminar la época”, dice a Tiempo y hace referencia a dos maestros: el cine de Fellini y la poesía de Pasolini.
Durante estos meses de verano, Marmo estuvo trabajando en su taller en Fátima, cerca de Pilar, con los restos de material de construcción que tenía apilados en un rincón. A partir de los desechos nació el Corazón iluminado que ahora late en el hall de entrada del CCK.
“Es un corazón reconstruido con aquello que se ha desechado y vuelve a sentir. Vuelve a nacer. Vuelve a conectar con el tiempo actual. Hay que darle contemporaneidad a lo que en algún momento tuvo vida. El Corazón iluminado pretende ser una metáfora de ese corazón analógico que en algún momento sintió, palpitó y que hoy en la era virtual puede volver a conectarse con lo que sucede», dice.
Un corazón analógico en este tiempo lleva sus emociones como si estuviera transportando carbón, dijo Erich fromm en El corazón del hombre. Hay que investigar cómo conviven las emociones con el mundo actual y a partir de ahí esta pieza sucede espontáneamente, tiene que ver con la necesidad de sobrevivir, la necesidad de adaptarse. Creo que todavía estamos funcionando con un corazón viejo en un tiempo nuevo y eso nos interpela para actualizar las formas de sentir”, explica.
El clima que se vive en estos meses inspiró su trabajo. “Estamos en una gran crisis, que no es ni la primera ni la última”, dice y compara este momento histórico con el 2001. “Nos hemos educado en base a apagones. Hay una cultura emergente que siempre sale adelante de esos apagones más fortalecida, más reflexiva y más paciente. La incertidumbre puede llevarnos a un lugar que en lo aparente es oscuro, pero siempre en el fondo del océano aparecen nuevas vidas, nuevas formas, situaciones que nos interpelan a poder renacer con ese conocimiento de la crisis».
«Es una lucha continua. También podría aplicar: la lucha continúa”, dice Marmo, quien a su vez es autor del mural de Evita en la sede del Ministerio de Desarrollo Social, hoy de Capital Humano, a cargo de Sandra Pettovello, y del mural del padre Carlos Mugica en la Villa 31, en retiro.
El artista usa el material de descarte, lo marginal, lo que no sirve más, como una manera de volver a darle vida a una sensibilidad que parece perdida. “Este corazón no es perfecto, sufrió batallas, está creado con material que no fue pensado para estar unido. Se trata de vivir en un desencuentro reconstruido. Hay una búsqueda que es controversial sólo en apariencia: se puede transmitir el amor desde lugares duros, fríos, imprevistos, de incertidumbre, pálidos, apagados, desechados, marginados. Bueno, de eso se trata la reconstrucción y la reconstrucción es el amor”, apunta.
En la base de la estructura, hay cintas para que las personas coloquen en la obra. También se puede intervenir con candados, cartas, collares y stickers. “Ese es el espíritu de los trabajos que vengo haciendo desde hace más de 25 años. Los trabajos se completan cuando el otro los interviene, incluso cuando son vandalizados. Creo que la obra tiene sentido cuando el otro participa de la forma que sea”, dice.
El Corazón Iluminado de Alejandro Marmo actúa como punto de partida para una programación especial que lleva el mismo nombre y que comenzó en el CCK el 14 de febrero, día de los enamorados. La agenda se extenderá hasta el 10 de marzo. Se trata de una propuesta integral que abarca distintas disciplinas artísticas y que “toma al amor más allá de su idea romántica”.
Programación CCK 2024
La programación especial incluirá cine, música, teatro, artes visuales, poesía, visitas guiadas temáticas, entre otras propuestas gratis y abiertas a todo el público de miércoles a domingo.
La cartelera teatral presentará tres obras en la Sala Argentina: “El amor es una mierda”, de Cecilia Meijide, la historia de una mujer que se prepara para encontrarse con su ex pareja; “Una obra para mí”, de Sebastián Suñé, que muestra el proceso de creación de un biodrama; y “Escorpio”, de Julieta Otero, una comedia sobre el amor y sus peleas. La oferta musical del CCK tendrá jazz, milonga, conciertos con elencos estables, clases de tango, orquestas en vivo, y exhibición de bailarines y musicalizadores invitados en la Plaza Séneca.
La propuesta cinematográfica girará en torno a “vanguardias en el cine”, con clásicos argentinos y extranjeros. Se exhibirá “Relatos Salvajes” de Damián Szifrón, “Relatos de un niño solo” de Leonardo Favio y “Le Mepris” de Jean Luc Godard, entre muchas otras películas. También habrá lugar para la poesía, con actividades como “Territorio postal, jam de escritura”, que explorará el vínculo entre lectura y escritura a partir de un clima sonoro o “Recorridos poéticos”, que brinda la posibilidad de que el público escriba sus cartas de amor no enviadas, en un recorrido por distintos espacios del CCK.
La oferta infantil incluye rondas de juegos en la sala de primera infancia, microconciertos en donde se despliega la poesía y el juego, proyecciones en la sala de cine INCAA, y el taller “Espacio Azul”, que combina lo virtual con lo analógico. Estas actividades tendrán lugar de miércoles a domingos de 14 a 20 horas en el tercer piso. También habrá una visita guiada, “Amor en el CCK”, para conocer las historias de amor escondidas de personas comunes en tiempos del correo.
A partir del jueves 22 de febrero continuará el ciclo de “Milonga federal, abierta, atípica y plural”, que tendrá clases de tango, orquestas en vivo, exhibición de bailarines y musicalizador invitado.
La programación completa del CCK puede consularse aquí.