La década del ’90 siempre será recordada por el impacto que las políticas neoliberales alcanzaron en la región y en buena parte del planeta. Tal vez por eso y por haber padecido aquellos años, al realizador Emiliano Serra tuvo la idea de llevar a la pantalla grande una vivencia de esos tiempos que constituyó tanto una materia pendiente como un retrato de época.
De esa forma nació Cartero, el film protagonizado por Tomás Raimondi con música de Gustavo Santaolalla, que hace foco en el personaje de Hernán Sosa, un sub 22 que comienza a trabajar en el Correo Argentino –en pleno auge de las privatizaciones y los «retiros voluntarios»– y se transforma en uno de los millones de precarizados laborales de aquel período.
«Yo era cartero en el Correo Central mientras se implementaba la privatización. Después, y gracias a haber estudiado Diseño de Imagen y Sonido, pude recibirme, trabajar como montajista, filmar documentales y ahora llegar a mi primera película. Esta historia estuvo dando vueltas en mí desde siempre, pero nunca la pude transformar en un documental. Finalmente pude hacerla una ficción cuando conocí al guionista Santiago Hadida. Con él trabajamos mucho sobre los diálogos, luego conseguimos un productor y con mucho laburo en equipo llegamos a la película», destaca Serra.
Sin embargo, si la idea central de Cartero es una fuerte vivencia experimentada en aquellos años neoliberales de nuestro país, la presencia de la ficción en el desarrollo del film es decididamente fuerte: «Hay mucha ficción. Nosotros quisimos contar por medio de la historia del protagonista el contexto político y el fuerte paralelismo con los últimos cuatro años. En su momento no me daba cuenta qué significaba un retiro voluntario, después me di cuenta de que no lo leía políticamente. Por el lado autorreferencial sí, la película se vincula con el centro de Buenos Aires y muchos lugares de la Ciudad, pero más allá de eso no hay tanto aspecto confesional. Ahora que lo pienso, hay varios personajes del film que sí tienen que ver con cosas mías, ellos fueron de verdad».
Pero si bien la añeja idea de representar una experiencia transcurrida en los ’90 siempre estuvo presente, lo cierto es que el director no imaginó que su película tendría fuertes paralelos con la realidad de nuestros días. «Al principio era sólo una historia de esos años, con el fondo del correo como concepto –confiesa Serra–. No me interesaba cargarla de política y contar lo que después se convirtió en el correogate. Pero después la vida cotidiana se fue pareciendo a las políticas de los ’90, nos ganó la realidad y la incluimos. Sin perder lo delicado ni lo cinematográfico. Por ejemplo, los vagabundos que se ven en la película son reales y así aparecieron. La ciudad hoy por hoy está igual de gris que en aquellos tiempos».
Cartero. Estreno: 7 de noviembre. En cines.