“Estamos en contra de esta locura por eso venimos a mostrar nuestra solidaridad”, contó a Tiempo Guillermo del barrio de Villa Luro, que se acercó hasta Flores con un grupo de vecinos a marchar contra la “alcaidía ilegal” que montó el Ejecutivo porteño. “Hoy lo hacen acá pero mañana nos ponen una cárcel al lado de nuestra casa”, agrega. Este jueves vecinas y vecinos de Flores se movilizaron hacia la calle Membrillar 860 debajo de la autopista, donde se encuentran detenidas más de 50 personas en un inmueble que no tiene finalización de obra.

“Cuando me enteré que Larreta iba a construir una comisaría acá yo me puse contenta, necesitamos más vigilancia y seguridad en la zona, pero a los 2 o 3 meses cuando empezó la obra crecieron los robos y para colmo después en diciembre nos enteramos que dentro de este edificio había personas detenidas. Y esto no iba a ser una cárcel, iba a ser una comisaría, nos mintieron”, contó a Tiempo Mónica que hace años vive sobre la calle Robertson al 900, a metros de la precaria cárcel montada por el gobierno local.

Una cárcel clandestina

“Antes de las elecciones se pusieron a trabajar duro como para terminar la obra, pero no lo hicieron. Hay un sector que está como abandonado y ahí pusieron presas a las personas, al mismo tiempo que los robos y los hechos de inseguridad han crecido”, agrega y termina: “yo tengo dificultades para caminar y sé que soy la primera en caer que soy presa fácil para los que roban en el barrio”.

Los vecinos y vecinas temen que en este lugar haya una fuga de presos, como ocurrió en diferentes barrios de la Ciudad. Pero, más allá de esos temores, alertan que en esta “cárcel ilegal” están los derechos cercenados y violentados, que no están garantizados los recursos alimenticios como corresponde, de agua, baños, y el resto de los servicios esenciales.

“Esta es la segunda jornada de lucha que hacemos. El sábado pasado también nos movilizamos, exigimos que se termine la comisaría de la comuna que fue la obra original que se tenía planeada, que había arrancado bien y a finales de diciembre se frenó y bueno, durante este año nos dimos cuenta de que en la obra que está a media terminar hay una alcaidía con más de 50 presos”, señaló a Tiempo Germán Di Nápoli, vecinos de Flores.

Para Di Nápoli esto genera mucha preocupación a todos los vecinos, y no aporta nada a reducir la inseguridad en el barrio, por el contrario. “Además quiero decir que esta obra no está alineada con lo que el código urbanístico de la ciudad pide”, remata.

La Legislatura porteña en alerta

El reclamo de vecinos de Flores llegó a manos de diputados y diputadas de la Ciudad que, rápidamente, reaccionaron ante esta situación y presentaron un pedido de informes.

«En un contexto en el que Jorge Macri decide instalar mini-cárceles containers en distintos puntos de la Ciudad, tomamos conocimiento del funcionamiento de esta Alcaidía en Flores por intermedio de los propios vecinos del barrio que, alertados por reiterados episodios de inseguridad e intentos de fuga alrededor del predio de Rivera Indarte y Recuero, se movilizaron y denunciaron la gravedad de este hecho», contó a Tiempo Claudia Neira, diputada porteña de Unión por la Patria.

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Recinto de la Legislatura porteña.
Foto: @LegisCABA

Para la legisladora, esta es una situación totalmente irregular «ya desde el cambio de destino que tuvo este predio, en el que la gestión anterior de la Ciudad iba a construir una comisaría comunal que nunca finalizó, y donde ahora los vecinos se encuentran con una Alcaidía, todavía en construcción, alojando más de 50 detenidos frente a sus propias casas», agrega.

La funcionaria concluye: «El Gobierno porteño tiene que dar respuesta sobre esta decisión totalmente improvisada e inconsulta a los vecinos del barrio que viven esto con mucha preocupación. Por eso desde la Legislatura presentamos un pedido de informes, y venimos insistiendo al gobierno de Jorge Macri que convoque al Consejo de Seguridad, para hacer un seguimiento de los más de 2 mil presos que hoy tenemos diseminados por toda la Ciudad en alcaidías y comisarías».

Falsas promesas

A mediados de 2018, el Gobierno de la Ciudad comenzó su campaña de cara a las elecciones de 2019, anunciando diferentes obras que reclamaban vecinas y vecinos en algunos barrios porteños. En Flores, uno de los más castigados por varias situaciones de inseguridad, el Ejecutivo avanzó con la pegatina de panfletos prometiendo “una comisaría para Flores”. La idea era construir un anexo de la Comisaría 38 sobre la calle Membrillar y la Autopista 25 de Mayo y transformar ese espacio en una respuesta a los reclamos.

A los pocos meses iniciaron las obras, pasaron las elecciones donde Rodriguez Larreta fue reelecto y, curiosamente, la construcción entró en un cese de actividades. A inicios de 2023 las obras del nuevo centro de inserción comunitaria continuaron pero, hasta la fecha, el edificio está sin terminar. Vecinas y vecinos del barrio de Flores denuncian que el gobierno porteño está utilizando ese lugar como una cárcel ilegal, donde tiene detenidas decenas de personas en un edificio que no tiene finalización de obra.