La oficina de atención al público de la empresa Aguas Bonaerenses (ABSA) de Bahía Blanca debió cerrar este martes por la mañana sus puertas y suspender los trabajos luego que un vecino abriera la puerta y sin mediar palabra arrojara un balde con residuos cloacales en el interior del local.

El hecho ocurrió pasadas las 9.30 en las oficinas que la empresa ABSA posee en Zelarrayán al 600, a seis cuadras del centro de la ciudad y en momentos en que se encontraban empleados y clientes.

Fuentes de la prestataria señalaron que «en un momento dado un vecino ingresó al local y sin mediar palabra arrojó un balde con residuos cloacales ante la mirada de los presentes».

Tras el episodio el vecino se retiró rápidamente del lugar sin poder haber sido identificado y retenido mientras que debido al fuerte olor y la situación en el piso de la oficina los clientes como así también los empleados debieron retirarse.

En un comunicado ABSA señaló que «las oficinas comerciales de Zelarrayán 640 permanecerán cerradas durante esta jornada y mañana se retomará la atención habitual».