A menos un una hora de la Capital Federal, en González Catán, existe un lugar único: Es Campanópolis, una aldea mágica que abre sus puertas e invita areflexionar sobre la importancia de la ecología y el reciclado con motivo del Día de la Tierra (22 de abril). En este marco, todo el mes se conmemora en Campanópolis con horarios de visitas guiadas.
Se trata de un verdadero pueblo medieval que comenzó a construir Antonio Campana hace 40 años y se trata de un conjunto de construcciones unidas por callejuelas adoquinadas, pasajes, recovecos y lugares secretos, con más de 208 hectáreas de naturaleza.
“Estamos felices de poder celebrar este día tan significativo para la aldea. Don Antonio, mi padre, fue un visionario que comprendió la importancia del cuidado del planeta y que transformó lo que supo ser un basural en un lugar mágico construyendo un legado no sólo arquitectónico, sino también cultural, histórico y medioambiental” sostiene Oscar Campana, Gerente General de Campanópolis e hijo del fundador de la aldea.
El reciclaje fue la idea central que guio a Antonio Campana, fundador de Campanópolis, a crear una obra de arte, convirtiéndose en pionero de una técnica que, años más tarde, se volvería popular.
Todo se remonta a antiguas tosqueras, que fueron expropiadas por el CEAMSE (Cinturón Ecológico Área Metropolitana Sociedad Del Estado) y utilizadas por más de cinco años para el relleno sanitario, dejando como consecuencia una gran contaminación ambiental en la zona. Al recuperarlas, Antonio dio un gran vuelco en su vida y concretó un sueño: construyó la primera ciudad nacida del reciclado que hoy es visitada por cientos de personas de todo el mundo.
Con este proyecto pudo transformar grandes restos de demoliciones, residuos, columnas, puertas, escaleras, ventanas y piezas históricas en un escenario nuevo: un parque artístico íntegramente construido con materiales antiguos y reciclados provenientes de todo el mundo.
La propuesta abarca programas educativos para escuelas y universidades siempre con los ejes del cuidado del medio ambiente y la ecología, fomentando el respeto y la puesta en valor del patrimonio histórico cultural y natural.
El paseo se compone de dos etapas en dónde se emplea un recorrido por distintas temáticas tales cómo arte, cultura, historia y creatividad, que pueden relacionarse directamente con los contenidos curriculares de cada grupo a partir de propuestas personalizadas durante la experiencia. La actividad la realizan guías especializados que acompañan el recorrido develando cada detalle de la mágica aldea, para interpretarla junto con cada participante. (https://campanopolis.com.ar/visitas-guiadas-escolares-universidades/)
Para celebrar el Mes y Día de la Tierra, la propuesta de Campanópolis es una visita de 4 horas de permanencia, con un recorrido guiado de aproximadamente 1 hora 15 minutos. El resto del tiempo se puede pasear y disfrutar libremente.
El acceso a la aldea es únicamente a través de visitas guiadas y el ingreso al parque es con la compra de tickets online, sin excepción.
Durante la permanencia en el parque, los visitantes podrán aprovechar para tomar fotografías (únicamente con fines turísticos), adquirir recuerdos en la tienda de souvenirs y realizar picnics, ya que cuenta con un mercado con variedad en sándwich, panchos, empanadas, pizzas, wraps, tartas, entre otras cosas. También está permitido asistir con comida y bebidas.
Para tener la entrada hay que ingresar al siguiente link, elegir las fechas disponibles, el horario de ingreso y realizar la compra: https://campanopolis.com.ar/visitas-guiadas-particulares/fechas-disponibles/ Personas con certificado de discapacidad: Gratis (siempre y cuando el cupo dispuesto por ley esté disponible). El acceso gratuito se extiende a un (1) acompañante cuando el certificado de discapacidad incluya la acreditación de tal requerimiento. Caso contrario el acompañante abona entrada. 10.000 pesos.
Más info: https://campanopolis.com.ar/la-aldea/ en IG: @campanopolis
Carolina Ragazzon
25 April 2024 - 17:21
Materiales de calidad, algo que ya NO existe. Vitrales q de otra forma se hubieran destruido, historia olvidada de construcciones que en muchos casos solo desaparecieron por la voracidad de desarrolladores inmobiliarios en pos de edificios cajas de mala calidad y peores condiciones, pero altos precios, con los inevitables e infaltables funcionarios y políticos a quienes NO les importa la historia ni la identidad, sino el vil verde (dólar x las dudas).