Camionero Rock & Roll cerró el año este último sábado con un show en el Club Cultural Matienzo, en el barrio porteño de Villa Crespo. El lugar estuvo colmado de personas que agitaban «dale camión, dale camión». La banda está integrada por Joan Manuel Pardo en guitarra y Santiago Luis en batería.

Se trata de una de las bandas más atractivas del circuito rockero de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. En el evento también estuvo El Acoplado del Camión, con distintos emprendimientos autogestivos, remeras, tatuajes, grafitis, gorras y estampado de parches, entre muchas otras producciones que realizan.  

Identidad de la banda 

Joan tiene 34 años, toca la guitarra desde los 13: «Considero que durante este año de trabajo logramos consolidar la identidad de la banda, no solo en la forma de hacer la música, sino de hacer todas las cosas en términos generales», explicó a Tiempo, en relación a que la banda que integra «es una gran familia».  

«Se produjo un nexo con el público que está buenísimo. Es un encuentro en el que conectamos los deseos de la gente con los nuestros. Es una máquina deseante que conectó a otra máquina deseante», ejemplificó Joan, que vive con su pareja Agustina, su perra Trufa y es profesor de literatura en las escuelas secundarias públicas.

El guitarrista y voz de la banda adelantó los planes para el próximo año: «La idea es grabar un nuevo disco y lo vamos hacer. Porque siempre que dijimos que lo íbamos hacer lo hicimos. Grabaremos el disco y seguiremos tocando para multiplicar lo que ya tenemos, porque la creación de música es el motivo original de lo que estamos haciendo».

Vínculos humanos

Joan por momentos percibe que es muy difícil sintetizar todo. «Pero pienso que la institución del arte no es lo más importante, el éxito tampoco, sino que estamos rodeados de personas que realmente nos quieren y nosotros creemos plenamente en esas personas», remarcó. 

«Todo esto que armamos es una excusa para conectar con la gente, entonces debemos darle prioridad a los vínculos humanos, que es lo único que va en serio. Porque después todo es efímero, la vida es efímera, pero la podés vivir vinculándote con las personas; con amor, porque así es mucho mejor», expresó Joan.

Sobre su actividad laboral, explicó lo siguiente: «De lunes a viernes soy profesor de literatura en las escuelas secundarias públicas, la paso muy bien dando clases. Hoy vinieron a vernos seis alumnos, buenos estudiantes en realidad, porque alumno significa que ‘no tiene luz’, pero ellos ya se recibieron y son mayores de edad». 

«Fue algo muy lindo porque estuvieron adelante durante todo el recital. Siempre intento hacer algo que trascienda, por más que sea algo chiquito. Con la educación y la música busco la trascendencia a través de otras personas».

Sus obras hasta el momento son E.P. II, año 2018; Confianza en ti solo en 2019; Club Camionero en 2021 y Todo lo sólido se desvanece en el aire, en 2023. Y el próximo año, Joan y Santiago contaron a este medio que sacarán un nuevo disco: Manifiesto Camionero: rock and roll contra el capital.

La autogestión como bandera 

«Este año realizamos un trabajo muy amplio, hicimos muchas relaciones sociales, sobre todo para poder ser independientes a través de la autogestión, para poder hacerlo todo nosotros mismos a pulmón. Nos dimos cuenta de que podemos», aseguró Santiago Luis, baterista de la banda.  

Santiago tiene 46 años, vive con su pareja Paula y es padre de Umi que tiene 5 y Ana, de 7. «El año que viene vamos a seguir trabajando duro con este ciclo que se llama Tracción a Sangre, replicando todo el trabajo que hicimos el año pasado en el Morrison Club Cultural de Boedo», adelantó. 

Pero en 2025 será en el Club Cultural Matienzo. «Una vez por mes estaremos brindando un show junto a distintas bandas invitadas. Es una especie de misa camionera, para que la gente sepa que todos los meses del próximo año vamos a estar tocando y la cita será en este lugar».

Con el camión en marcha 

El baterista y arquitecto también contó que compró un colectivo. «Se trata de la unión de dos proyectos: uno es convertirlo en un motorhome para viajar con mis dos hijos y mi mujer por las rutas argentinas. Y por otro lado, es la vida con Camionero, es decir, salir de gira en el colectivo y tocar por todo lados», adelantó. 

«Es de línea, un modelo ’78, mide 11 metros y 40 centímetros de largo. En él ya hicimos una gira por Mar del Plata, Córdoba y Rosario. La verdad fue una experiencia muy loca y muy divertida, con muchos amigos que nos bancaron en las buenas y en las malas, lo disfrutamos mucho».

El padre del baterista

Además, en el recital de cierre de año también estuvo Francia Luis, padre de Santiago. El hombre a sus 82 años -oriundo de Comodoro Rivadavia- se hizo presente por cuarta vez en el show de Camionero. «Mi hijo tiene algo muy fuerte con el camión desde muy chiquito, fui colectivero toda mi vida y tuve una furgoneta Traffic. Santi estaba como loco y la quería manejar», recordó Francia.

Siguió reconstruyendo. «A los 13 años, Santi se llevó la furgoneta sin mi autorización y tuvo un accidente, la chocó contra una Chevrolet Chevy. Por suerte no fue nada grave, pero él tenía la idea fija con el camión».

El hombre estuvo en el recital desde principio a final. «Con esta ya son cuatro veces que vengo a ver a Camionero desde Comodoro Rivadavia. Sinceramente, suenan muy bien, estoy muy contento y orgulloso, espero que los chicos triunfen porque realmente tienen mucho talento», finalizó.