Fue una seguidilla de cuatro días que dejó una radiografía. El sábado dos de febrero una multitud desbordó las calles del centro porteño y de otras 100 ciudades de la Argentina para rechazar las declaraciones que había hecho Javier Milei en Davos. El presidente había dicho que la «ideología de género llevada al extremo» desemboca en la pedofilia. Luego había puesto de ejemplo una pareja de homosexuales de Estados Unidos que están acusados por ese delito.
Después de la marcha, Milei quiso aclarar sus dichos. En una entrevista con el incisivo periodista Esteban Trebucq, al que sólo le falta hacer su programa vistiendo una remera del perro Conan, Milei trató de mostrarse abierto, civilizado, tolerante. Dijo: «Si te autopercibís foca, yo no tengo problema. Simplemente no quiero pagar esa cuenta».
No fue la primera vez en la que Milei recurría a una metáfora inspirada en una visita al zoológico de cutini. Cuando ganó las elecciones presidenciales le concedió una entrevista al periodista peruano Jaime Bayly. Ambos estaban sentados en dos sillas tapizadas en un hotel de lujo de Buenos Aires. Milei, con la brutalidad que le surge de un modo tan espontáneo, dijo: «Si te autopercibís elefante, yo no tengo problema». Bayly, que es bisexual y tiene una figura redonda prominente, lo miró a los ojos. Se acomodó los lentes y desplegó una sonrisa de compromiso que no pudo ocultar su incomodidad.
Volviendo a la marcha antifascista, el presidente y los intelectuales orgánicos del régimen, como el escritor Agustín Laje, trataron de explicar que Milei no había dicho lo que había dicho. Dijeron que el wokismo invade el planeta. La extrema derecha quedó arrinconada frente a una consigna simple: «No al fascismo».
Una de las formas de medir quién está ganando un debate público es analizar la complejidad de los argumentos. El que tiene que dar demasiadas vueltas para hacerse entender está perdiendo. Le suele pasar mucho al peronismo últimamente. Sin embargo, esta vez le ocurrió a Milei. Llegó a decir que «los nazis eran zurdos». En ese relato, Iósif Stalin, principal artífice de la derrota de Adolf Hitler, quizás sería un libertario. Todo puede ser en esta época en la que si es necesario se dice que el sol sale por el Oeste y se esconde por el Este. Y que está colgado del cielo con dos hilos que Conan clavó utilizando sus patas traseras. ¡Dale que va!
La otra cara de la moneda llegó cuatro días después de la marcha. El gobierno nacional se anotó una victoria en el Congreso. Logró que la suspensión de las PASO para este año se aprobara por una holgada mayoría. Lo más importante que ocurrió en términos políticos no fue la sanción del proyecto, que también le sirve a sectores de la oposición. Lo central fue que se partió en tres al bloque de Unión por la Patria. Hubo diputados que votaron en contra, otros a favor, y algunos que se abstuvieron. Es probable que sea una situación puntual y no la señal de una ruptura permanente, pero dividir a la oposición siempre es un triunfo para el oficialismo. El kirchnerismo lo sabe muy bien. Durante sus 12 años de gestión supo estimular las contradicciones del conglomerado antiperonista para mantenerlo fragmentado.
¿Qué es lo que muestran las dos fotos que se vieron en pocos días? Pareciera que la resistencia social a Milei es bastante más potente que la que se expresa en el sistema político. Son desencuentros que suelen ocurrir y que se aclaran en las urnas. Por eso es bueno que el pueblo siga votando cada dos años y no cambiar el sistema para que sea solamente cada cuatro, como quieren sectores del oficialismo y también de Unión por la Patria.