Bomberos de la Ciudad enfrentaron en la tarde del sábado un gran incendio en una subestación de la empresa Edesur, ubicada en la avenida José María Moreno entre Alberdi y Formosa, en el barrio porteño de Caballito que provocó un extendido corte de luz en la zona. En medio de una extendida serie de jornadas con alta temperatura, la situación del servicio eléctrico en AMBA preocupa y abre la incógnita sobre el nivel de inversión actual en infraestructura necesaria.
Aunque no se reportaron lesionados por el incendio, cerca de 70.000 hogares sufrieron la falta de suministro eléctrico en el área y Edesur expresó que recién la normalización de la red llegaría durante la noche.
No sólo se vio afectado el servicio eléctrico: la estación elevadora de AySA de la zona se quedó sin energía, lo que provocó la falta de presión y suministro en hogares circundantes. También la señal de celulares se cortó durante varias horas en un radio de más de 30 cuadras del incendio en la subestación.
El episodio ocurrió a menos de 500 metros del lugar donde ocurrió el trágico derrumbe de un PH que se cobró la vida de dos personas el reciente jueves, sobre la avenida Pedro Goyena al 500.
Personal de la Comisaría Vecinal 6B fue desplazada al lugar luego de un llamado al 911 a las 14:51 de esta tarde por el siniestro. Fueron evacuados edificios linderos por prevención, según informó la Policía de la Ciudad en un comunicado. Alberto Crescenti, director del SAME, confirmó a un canal de televisión que se trasladaron al lugar 14 ambulancias, aunque no fue necesario atender a ningún lesionado.
«Es un local de Edesur que tiene mucha carga de fuego, hay varias dotaciones de bomberos de la Ciudad. Nosotros, por el tema de los departamentos (cercanos), tenemos 14 ambulancias del SAME más unidades de triage y dos unidades de oxigenación pero la gente se ha podido evacuar en orden y no atendimos a nadie», explicó Crescenti.
«No tenemos ningún paciente con quemaduras ni que haya inhalado humo», agregó el titular del SAME, que aseguró que «los evacuados se encuentran fuera de peligro». También entraron en acción efectivos de Defensa Civil.
«Primero se cortó la luz y al instante se escucharon con claridad dos explosiones», relata Luciano, vecino de Caballito sobre la calle Guayaquil, a apenas 100 metros de la subestación en llamas. «Salí a la esquina y ya se veía una columna de humo negro que una hora después era mucho más grande. Ahí empezó el caos: la gente sola ordenando el tránsito sobre mi calle y la avenida para que pudieran llegar las ambulancias», refirió.
Cuando volvió a su casa, Luciano tampoco tenía señal ni agua. Testimonios similares sobre la imposibilidad de utilizar telefonía celular en Caballito se repitieron en redes sociales durante varias horas.
El corte de luz y datos llegó, a lo largo de la tarde hasta la calle Puan hacia el oeste, más allá de la avenida Rivadavia hacia el norte y hasta la estación Castro Barros en el barrio de Almagro.
La página web del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) informaba pasadas las 16 que en el área que la subestación incendiada presta servicio se registraban 35.813 usuarios sin suministro eléctrico, lo que indica que el servicio había comenzado a recuperarse para media tarde, cuando la temperatura ambiente superaba los 30 grados.
Los distribuidos en los barrios porteños de Almagro (9058), Caballito (25.616) y Parque Chacabuco (1139) tenían horarios estimados de normalización de la red entre las 20:30 y las 23 del sábado. Pasadas las 15:30, la concesionaria de la red eléctrica Edesur emitió un comunicado a través de sus redes sociales en el que informaba que «los bomberos están trabajando en el incendio que se produjo en nuestra Subestación de Caballito. Una vez controlada la situación, vamos a poder evaluar los daños».
En tanto, el Gobierno porteño informó la puesta en marcha de un protocolo para asistir a los vecinos afectados mientras que el programa Buenos Aires Presente realiza el relevamiento de quienes necesitarían un lugar donde dormir esta noche, evaluar casos de personas que necesiten poder desplazarse por estar en pisos altos, y repartir agua. «