Dos policías de Rio de Janeiro que fueron grabados disparando a quemarropa a dos sospechosos aparentemente malheridos e indefensos fueron detenidos este viernes acusados de asesinato.

A pesar del contexto violento de Rio, donde con frecuencia se producen enfrenamientos entre la policía y bandas de traficantes fuertemente armadas, este episodio conmocionó a los brasileños.

Las dos víctimas fueron baleadas el jueves durante un gran operativo policial en el barrio de Acari, en el norte de Rio, en el que también falleció una niña de 13 años por una bala perdida que cayó en su escuela.

El video, hecho por un ciudadano y que se hizo viral, muestra a los dos agentes acercándose a los dos hombres tendidos en el suelo -uno de ellos moviéndose levemente- y disparándoles con un rifle un tiro a quemarropa.

El caso generó denuncias iracundas de los familiares de los fallecidos, pero también despertó la reacción de personas que justificaron a la policía en las redes sociales.

La hermana de uno de los fallecidos dijo que estaba desarmado en ese momento. «Lo que le hicieron a mi hermano fue cobarde. No había ninguna necesidad. Ya estaba herido en la pierna. Estaba con otra gente huyendo cuando la balacera empezó», dijo Alessandra Albuquerque a Globo TV.

La policía, sin embargo, aseguró que los dos sospechosos formaban parte de una de las bandas que siembran el terror en las favelas de Rio, que se enfrentan a menudo con los agentes en choques que suelen dejar transeúntes heridos o muertos.

El cuerpo policial dijo que la operación de ese día tenía el objetivo de desmantelar una banda que robaba a conductores en la zona e, inmediatamente después del evento, envió un comunicado diciendo que encontró un rifle y una pistola junto a los fallecidos.

Después del arresto de los dos oficiales, el portavoz de la Policía Militar Ivan Blaz dijo que comprendía la actuación de los agentes.

«Entiendo la pérdida de sensibilidad y el embrutecimiento por parte de estos policías. No están lidiando con pequeños ladrones, están lidiando con rivales armados con fusiles», dijo al diario Estadao.

La ciudad que albergó los Juegos Olímpicos en agosto sufre de una rampante violencia, una economía deteriorada y la bancarrota estatal que hace que los policías y otros funcionarios raramente sean pagados a tiempo.

Hasta mediados de marzo, 30 agentes fueron asesinados este año en el estado de Rio, según el portal UOL. Grupos de defensa de derechos humanos acusan a la policía de perpetuar ejecuciones extrajudiciales y torturas.