Desde el territorio y con presencia local en nueve estados, Brasil de Fato cuenta con más de 20 años con su proyecto periodístico creado por los movimientos populares. Fundado el 25 de enero de 2003 en el Foro Social Mundial en Porto Alegre, el medio nació con el objetivo de darle mayor visibilidad a la agenda popular y competir con los grandes diarios del vecino país. Hoy produce un sitio web, genera diversos contenidos audiovisuales, mantiene una agencia de radio y tiene presencia en las redes sociales más relevantes. Y suma acuerdos colaborativos, como el que este mes empieza con Tiempo Argentino.
Como socios, Brasil de Fato y Tiempo se unen para potenciar su alcance y el compromiso de consolidar medios cada vez más amplios desde una perspectiva latinoamericana. Esta primera etapa comienza con el intercambio de contenidos y seguirá con trabajos colaborativos, entrevistas e informes desde cada territorio. “Es cada vez más urgente y necesario producir un periodismo comprometido con las banderas de los trabajadores para avanzar hacia otro mundo posible a través de una visión popular de Brasil, Argentina y el mundo”, sostiene Nina Fideles, directora general de la iniciativa periodística del vecino país.
En sus comienzos, Brasil de Fato fue un diario impreso, después se convirtió en un semanario y más tarde en un periódico gratuito. “Reconocemos la importancia de la existencia de medios de comunicación que ofrezcan perspectivas alternativas y críticas. Este es un elemento vital para promover una sociedad más informada y comprometida”, remarca Fideles sobre este proyecto que hoy es digital y multiplataforma.
Desarrollado con aportes de militantes del software libre, el sitio web logró posicionarse como uno de los principales espacios de izquierda en Brasil y, por caso, en 2022 tuvo más de 68 millones de visitas a su página principal. “Somos uno de los medios de comunicación más importantes para la construcción de esta visión más crítica y popular del mundo”, sostiene Fideles como uno de los valores clave de esta experiencia vinculada al Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST).
A partir de esta alianza, Brasil de Fato y Tiempo buscan fortalecer su alcance de manera asociada. «Esta unión nos enorgullece y permite seguir creciendo y ampliando nuestra llegada a los lectores brasileños”, dice Malena Winer, presidenta de Tiempo, la cooperativa periodística más grande de la región. “Este vínculo incluye los desafíos macro en relación con la comunicación contrahegemónica y también a la importancia de que brasileños y argentinos entiendan que los procesos vividos por nosotros con el gobierno de Bolsonaro y el período de resistencia que enfrenta ahora la población argentina contra el desmantelamiento de los derechos laborales por parte del gobierno de Milei, son similares en su origen y concepción del mundo”, agrega Fideles.
“La cooperación en la difusión de contenido es fundamental para amplificar voces y alcanzar un público más amplio”“
Ampliar las voces
Con un enfoque plural, diverso y democrático, ambos medios promueven un periodismo al servicio de los intereses del campo popular y como una opción frente a aquellos propuestas periodísticas comerciales atados al poder y a los intereses de las grandes corporaciones. “La cooperación en la producción y difusión de contenido -evalúa Fideles- es fundamental para amplificar sus voces y alcanzar un público más amplio”.
La resistencia es otro de los tantos puntos de contacto entre Brasil de Fato y Tiempo. Consolidarse durante el macrismo y ahora sostenerse con un gobierno de ultraderecha en el poder son los desafíos para la cooperativa argentina mientras que BdF logró superar el bolsonarismo. “Los cuatro años siguientes de su gobierno, con una pandemia en el camino, han sido años muy difíciles en el tratamiento dado por el Estado a los medios progresistas”, analiza Fideles.
La etapa que viene -y esta alianza que recién comienza- busca atravesar fronteras y llegar a nuevas audiencias. “Entendemos que un eje transversal de nuestra actuación es el internacionalismo, comprendiendo los procesos que los pueblos del mundo enfrentan y sus resistencias y luchas, que merecen ser difundidas y fortalecidas”, resume Fideles para convertir en un hecho la idea de que juntos somos más fuertes.