El Supremo Tribunal Federal (STF, corte suprema) de Brasil abrió una investigación contra nueve ministros del gobierno del presidente MIchel Temer, tres gobernadores y 71 parlamentarios, entre ellos los jefes de Cámara de Diputados y el Senado, a raíz de las delaciones de 77 ejecutivos de la constructora Odebrecht que confesaron haber corrompido a agentes públicos y financiado ilegalmente campañas políticas.
La decisión, informada este martes por la agencia de noticias Estado, fue tomada por el juez Edson Fachin, encargado en el STF de la operación Lava Jato, que investiga el desvío ilegal de fondos multimillonarios de la petrolera estatal Petrobras a través de varias contratistas, entre ellas Odebrecht.
Temer no está en la investigación pese a que es acusado por dos delatores de pedir dinero en forma ilegal, ya que el jefe del Estado no puede ser juzgado por delitos anteriores a su mandato, aunque sí podrá serlo apenas deje el cargo.
En cambio, aparecen los dos primeros en la sucesión presidencial, Rodrigo Maia, presidente de la Cámara de Diputados, del partido conservador Demócratas, y Eunicio Oliveira, jefe del Senado, del Partido del Movimiento Democrático de Brasil (PMDB, gobernante).
Cinco investigaciones fueron abiertas contra los senadores Aecio Neves y Romero Jucá. Neves fue candidato presidencial y es el titular del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB, principal aliado del PMDB) y Jucá es el jefe del partido de gobierno.
Ambos están investigados por haber recibido presuntamente varios millones de dólares en sobornos provenientes de obras públicas que luego se tradujeron en donaciones electorales.
Neves, candidato presidencial en 2014, denunció a la destituida presidenta Dilma Rousseff, quien lo derrotó ante la justicia electoral, por abuso de poder económico.
El senador es el dirigente con más pedidos de investigación: cinco, más otros para su publicista de campaña y su sucesor en el cargo, Antonio Anastasia, instructor del juicio político contra la ex mandataria.
Jucá fue acusado por ejecutivos de Odebrecht de cobrar alrededor de 1,3 millón de dólares a cambio de su apoyo para aprobar una ley.
Estas investigaciones involucran también al canciller Aloysio Nunes y a otros ocho ministros del equipo de Temer.
Los más comprometidos son el jefe de gabinete, Eliseu Padilha, y el secretario general de la presidencia, Wellington Moreira Franco, acusados de pedir y transportar dinero de sobornos de Odebrecht para las campañas del PMDB.
Otros ministros investigados son Blairo Maggi, de Agricultura; Roberto Freire, de Cultura; Marcos Pereira, de Industria; Gilberto Kassab, de Ciencia y Tecnología; Helder Barbalho, de Integración Nacional, y Bruno Araújo, de Ciudades, conocido por haber emitido el voto 342 que el año pasado dio curso al juicio político a Rousseff en la Cámara de Diputados .
El ex canciller José Serra y el gobernador de San Pablo, Geraldo Alckmin, ambos presidenciables del PSDB, aparecen asimismo en la lista.
El caso supone un terremoto en la cúpula del gobierno de Temer, que busca apoyo para llevar adelante sus más importantes proyectos estructurales de la vida económica del país: la reforma de las jubilaciones y el fin de la legislación laboral actual.
El Partido de los Trabajadores (PT, opositor) tiene 21 legisladores bajo la nueva investigación del instructor Fachin, entre ellos el senador Jorge Viana, pieza clave para la interlocución de la oposición con la coalición que respalda a Temer.
Una vez terminada la investigación en base a las delaciones premiadas, deberán cotejarse con pruebas las acusaciones de los ejecutivos de Odebrecht.
Otras centenas de personas deberán ser investigadas en la primera instancia, por ejemplo con el juez Sergio Moro, con quien inició la operación Lava Jato en 2014 y que provoca hasta el día de hoy una crisis política y económica de resolución que parece infinita.