Los bombardeos israelíes en el sur y el este del Líbano dejaron más de 180 muertos y 700 heridos, según el último informe de las autoridades locales.

El Ministerio de Sanidad libanés informó en su cuenta en la red social Facebook que «la agresión israelí durante el día de hoy deja 182 mártires y 727 heridos», incluidos «niños, mujeres y paramédicos». Poco antes, había ordenado a los hospitales situados en el sur y el este del país que suspendan todas las intervenciones quirúrgicas que no sean de urgencia para atender a las víctimas de los ataques israelíes.

Desde el jueves, el Ejército israelí intensificó sus ataques contra objetivos de Hezbollah tras la oleada de explosiones en los dispositivos de comunicaciones del grupo en varias zonas del Líbano, el martes y miércoles, que dejaron 37 muertos y casi 3.000 heridos, según el Ministerio de Sanidad libanés.

El Ejército israelí y las fuerzas de Hezbollah intercambiaron fuego a lo largo de la frontera Israel-Líbano desde el 8 de octubre de 2023, lo cual hace temer que estos enfrentamientos, que duran ya casi un año, degeneren en una guerra a gran escala.

Una guerra de exterminio”

El primer ministro interino de Líbano, Nayib Mikati, denunció este lunes la existencia de «un plan de destrucción» del país por parte de Israel tras la intensificación de los bombardeos contra supuestos objetivos del partido-milicia chií Hezbolá en varios puntos del país, al tiempo que subrayó que estos ataques «son parte de una guerra de exterminio».

«La continuada agresión israelí contra Líbano es una guerra de exterminio en todos los sentidos y es parte de un plan destructivo destinado a derruir aldeas y localidades libanesas», manifetsó Mikati durante una reunión del Consejo de Ministros libanés, según una transcripción de sus declaraciones facilitada por su oficina a través de su cuenta en la red social X.

Remarcó que «en todos los contactos» que mantiene Beirut con la comunidad internacional se pide a Naciones Unidas, el Consejo de Seguridad de la ONU y los «países influyentes» que «se pongan en el lado correcto y disuadan la agresión».

«Renovamos nuestro compromiso con la resolución 1701 –aprobada para poner fin a la guerra de 2006– y con trabajar para detener una nueva guerra israelí y caer en lo desconocido», sostuvo el jefe de Estado libanés.

En este sentido, se hizo eco de las recientes declaraciones del secretario general de la ONU, António Guterres, quien ha alertado de que Líbano podría convertirse en «otra Gaza» y ha explicado que «esta postura debería ser un incentivo para todos, especialmente los países con capacidad de tomar decisiones, para presionar a Israel para que detenga su agresión y (…) resuelva la causa palestina a través de la solución de dos Estados».

Guterres afirmó el domingo en una entrevista concedida a la cadena de televisión estadounidense CNN que temía que Líbano se convirtiese en «otra Gaza», en referencia a la cruenta ofensiva desatada por el Ejército de Israel contra el enclave palestino que ya dejó más de 41.500 muertos, en su gran mayoría mujeres y niños.

GS con información de Europa Press y Sputnik