La Policía Federal de Brasil recomendó esta semana procesar a Jair Bolsonaro por la falsificación de certificados de vacunación contra el Covid-19, incluido el suyo y el de su hija.
El expresidente y otras 16 personas fueron implicadas en un esquema para emitir “certificados ideológicamente falsos, con la intención de obtener ventajas indebidas relacionadas con la burla de medidas sanitarias” durante la pandemia, según el documento policial publicado el pasado martes.
Según la investigación, durante el gobierno de Bolsonaro operó una red ilícita en la que participaron militares, asesores, políticos y médicos, y de la que se benefició directamente el exjefe de Estado y su entorno más cercano. El objetivo era falsificar las cartillas de vacunación para que los beneficiarios pudieran saltear las restricciones sanitarias durante la pandemia.
Se le imputan los delitos de “asociación criminal” e “inserción de datos falsos en el sistema público”, ambos pasibles de penas de cárcel. La Fiscalía General tiene un plazo de 15 días para expresarse sobre las recomendaciones de la investigación.
Cabe recordar que Bolsonaro fue el único presidente que siempre mantuvo una postura negacionista de la pandemia y hasta reconoció públicamente que no se vacunó.
Esta es una de las tres causas contra Bolsonaro que podrían finalizar en los próximos meses. En otra está acusado de haberse apropiado ilegalmente de regalos de alto valor que recibió en distintos viajes al exterior. Pero la más grave es la que lo pone en el centro de la trama golpista que buscó obstruir la victoria electoral de Lula en octubre de 2022, y que lo dejó más complicado luego de los recientes testimonios de los excomandantes del Ejército y la Aeronáutica, quienes admitieron que Bolsonaro los convocó a dos reuniones para discutir un posible golpe tras su derrota electoral.