Los senadores demócratas que integran la Comisión de Finanzas del Senado de Estados Unidos boicotearon este martes el voto de los secretarios nominados por el presidente Donald Trump para ocupar las carteras de Salud y el Tesoro, Tom Price y Steven Mnuchin, respectivamente, mientras que la ausencia de senadores retrasó también la confirmación del polémico Jeff Sessions, como fiscal general.

Pero si bien lograron frenar estas nominaciones en comisión, el pleno del Senado, donde los republicanos son mayoría, confirmó este martes de manera holgada a Elaine Chao para ser la próxima secretaria de Transporte, convirtiéndose en el quinto miembro del gabinete de Trump en lograr la confirmación de la Cámara Alta.

Además, la Comisión de Salud, Educación, Trabajo y Pensiones aprobó la nominación de Betsy DeVos para dirigir el Departamento de Educación, que fue de las más cuestionadas y es una multimillonaria que propugna privatizar la educación pública.

También la Comisión de Recursos Naturales y Energía dio luz verde para que la nominación de Rick Perry como secretario de Energía sea sometida a voto por el pleno de la Cámara y su confirmación sea definitiva.

«Los demócratas están boicoteando deliberadamente el voto» sobre Price, dijo el presidente de la comisión, el republicano Orrin Hatch, según la agencia de noticias EFE.

Por la mañana, los demócratas abandonaron la sesión para evitar que comenzara, tras el rechazo republicano a retrasar el voto y a que Price respondiera preguntas que eran «objeto de preocupación».

Las dudas recaen, sobre todo, por datos que circularon en las últimas semanas de que Price, diputado por Georgia, invirtió en acciones de farmacéuticas que iban a verse beneficiadas por una ley que él mismo apoyó en la Cámara Baja, por lo que los demócratas dudan de su integridad ética ante lo que podría ser un mal uso de información privilegiada.

El nombramiento de Price también es objeto de reserva demócrata tras conocerse su apoyo frontal a la derogación y sustitución de la reforma del sistema de salud aprobada durante la presidencia del antecesor de Trump, el demócrata Barack Obama, una de las grandes promesas de campaña del flamante presidente.

Los republicanos aún no plantearon una alternativa real a la reforma sanitaria de Obama, conocida como Obamacare, y los demócratas temen que millones de personas se queden sin seguro médico.

También en la misma sesión, boicotearon la nominación, como secretario del Tesoro, de Mnuchin, un ex directivo del grupo de banca de inversión Goldman Sachs y ex presidente de un banco considerado una «máquina» de ejecuciones hipotecarias.

La práctica del boicot en las sesiones no es privativa de los demócratas; los republicanos han obstruido de manera reiterada los nombramiento des Obama, como en el caso de su nominado para el Tribunal Supremo, al que ni siquiera le programaron una audiencia de consideración.

Mientras tanto, la Comisión Judicial del Senado arrancó una de las más polémicas de las sesiones para votar sobre el nominado para fiscal general del país, Jeff Sessions, en medio de la polémica tras la decisión del mandatario de despedir ayer a la persona que ocupaba interinamente ese cargo, Sally Yates.

El presidente de esa comisión, el republicano Chuck Grassley, comenzó la sesión pidiendo «no demorar» por más tiempo la confirmación de Sessions, de quien dijo que «aplicará la ley con independencia e integridad» al frente del Departamento de Justicia.

La senadora Dianne Feinstein, la demócrata de mayor rango dentro de la comisión, preguntó si, de ser confirmado, Sessions apoyará el «destructivo» decreto de Trump para vetar temporalmente la entrada al país de refugiados y ciudadanos de siete países de mayoría musulmanes.

El clima se espesó en la noche del lunes cuando Trump acusó a Yates de haber «traicionado» al Departamento de Justicia con su decisión y a la que llamó «débil» en lo que a seguridad fronteriza se refiere y «muy débil» frente a la inmigración ilegal.

Trump, mientras tanto, opinó sobre los boicots y obstrucciones demócratas, vía Twitter: «¡Cuándo los demócratas nos darán a nuestro fiscal general y al resto del gabinete! ¡Deberían avergonzarse de sí mismos!», enfatizó Trump.

En cuanto a Chao, cuya ratificación fue aprobada por 93 votos a favor y 6 en contra, ha sido uno de los nombramientos menos controvertidos entre los nominados de Trump para lograr el consentimiento de los senadores, dada su experiencia previa con gobiernos republicanos.

Se espera que Chao lidere el proceso de renovación de infraestructuras que el gobierno estadounidense tiene pendiente desde hace años y que el nuevo mandatario quiere impulsar de la mano del Congreso, de mayoría republicana en las dos cámaras.

Chao, de 63 años y esposa del actual líder de la mayoría conservadora del Senado, Mitch McConnell, es el único cargo del gabinete ministerial que trabajó íntegramente durante los dos mandatos del presidente republicano George W. Bush (2001-2009), en su caso como secretaria de Trabajo.

Previamente, había ocupado el cargo de subsecretaria de Transporte con Bush padre, George H. W. Bush, entre 1989 y 1993, y había trabajado en la administración de Ronald Reagan (1981-1989).

Chao, nacida en Taiwán y llegada al país con apenas 8 años, se convirtió en la primera asiática en formar parte del gobierno estadounidense, y durante la campaña electoral colaboró en el Consejo de Asesores Asiáticos y Pacíficos de Trump.