Desde Tel Aviv, el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, criticó el viernes que China y Rusia vetaran «cínicamente» en la ONU su proyecto de resolución para una tregua en Gaza, donde Israel libra una guerra contra Hamás. El secretario de Estado afirmó que, a pesar de ser «vetada cínicamente por Rusia y China», la resolución recibió «un muy fuerte apoyo» y buscaba «mostrar a la comunidad internacional» la «urgencia de alcanzar un cese al fuego». El alto al fuego pedido por primera vez por EE UU, tras haber bloqueado a los presentados por otros países que lo solicitaban, fue en cambio calificado de “hipócrita” por Rusia. El embajador Vasily Nebenzia dejó clara la oposición de Moscú acusando a Blinken y a la embajadora estadounidense de «engañar deliberadamente a la comunidad internacional». Nebenzia acusó a EE UU de no hacer nada para frenar a Israel en Gaza y se burló de Washington por hablar de un alto el fuego después de que «Gaza haya sido prácticamente borrada de la faz de la Tierra».
Un día antes, el estadounidense le había dicho al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que Israel cometería «un error» lanzando una operación militar de envergadura contra Rafah, donde se hacinan 1,5 millones de palestinos, en su mayoría desplazados por la guerra entre Israel y Hamás, que se inició el 7 de octubre.
Pero se enfrentó con la negativa de Netanyahu, quien le advirtió que en su visión «no podíamos vencer a Hamás sin entrar a Rafah y sin eliminar los batallones que siguen ahí. Le dije que esperaba hacerlo con el apoyo de Estados Unidos, pero si es necesario, lo haremos solos», según el mismo premier relató tras reunirse con Blinken.
«Le dije que apreciaba realmente que hayamos estado unidos en la guerra contra Hamás durante más de cinco meses. También le dije que reconocemos la necesidad de evacuar a la población civil de las zonas de guerra y de hacernos cargo de las necesidades humanitarias, y por supuesto que actuaremos en esa dirección», afirmó Netanyahu. «