Hay gran revuelo en Hollywood: la actriz Blake Lively demandó a Justin Baldoni, coprotagonista y director de Romper el círculo, acusándolo de acoso sexual y de llevar a cabo una elaborada campaña de manipulación social para destruir su reputación. En la demanda presentada en los tribunales de Los Ángeles se señala que la intérprete elevó varias quejas sobre conductas hostiles e inapropiadas durante el rodaje de la película, que justamente trataba sobre la violencia de género.
Los abogados del actor, en tanto, rechazan esas acusaciones calificándolas de “falsas, escandalosas e intencionalmente sensacionalistas con el fin de dañar públicamente” al director y a su empresa productora Wayfarer Studios, que también fue acusada por la actriz, así como el productor Jamey Heath.
En declaraciones a The Hollywood Reporter, el abogado del acusado afirmó que la demanda es un intento desesperado de Lively por “arreglar” su reputación negativa, que según él, “fue el resultado de sus propias declaraciones y acciones durante la campaña de promoción del filme”.
Pero las pruebas parecen ser contundentes y las acciones legales no se hicieron esperar, avanzaron y tomaron carácter público muy rápidamente. La denuncia fue dada a conocer inicialmente por TMZ y luego confirmada por la revista People y otros medios locales que se hicieron eco, mostrando los documentos judiciales, en los que la estrella de Gossip Girl sostiene que el comportamiento de Baldoni en el set le generó “severos daños emocionales”.
The New York Times detalla el argumento legal de Blake Lively: “Durante el rodaje, Baldoni había improvisado besos no deseados y había hablado de su vida sexual, incluidos encuentros en los que, según dijo, podría no haber recibido consentimiento. El productor Jamey Heath le había mostrado un video de su esposa desnuda (mientras daba a luz), según ella, y había observado a Lively en su camarín cuando estaba en topless, mientras le quitaban el maquillaje corporal, a pesar de que ella le pidió que apartara la mirada”.
La rubia acusa a ambos hombres de “haber ingresado sin invitación a su camarín cuando ella estaba desnuda, o incluso mientras amamantaba a su bebé”. Está comprobado que hubo una reunión durante el rodaje por esta cuestión en la que estuvieron presentes la actriz, su esposo Ryan Reynolds (conocido actor), además de representantes de Sony Pictures, estudio distribuidor de la película, así como los acusados.
Las demandas de Blake Lively durante el rodaje
Las demandas de Lively incluían “no mostrar más videos o imágenes de mujeres desnudas a Blake, no más menciones sobre la supuesta adicción a la pornografía de Baldoni, no más discusiones sobre experiencias sexuales en frente de Blake y otros, y no más comentarios sobre el peso de Blake o su padre fallecido”, según cita la revista People.
La actriz además precisó que no se añadieran escenas de índole sexual que no estuvieran incluidas en el guion aprobado al momento de firmar su contrato. Esto incluía escenas de sexo oral o culminaciones íntimas que excedieran los límites previamente establecidos. Aunque la solicitud fue aceptada en la reunión, Lively afirma que Baldoni inició posteriormente una campaña de manipulación mediática para alterar y perjudicar la imagen pública, contratando un equipo de prensa para dañarla.
Lively declaró al New York Times: “Espero que mi acción legal contribuya a levantar el telón de estas siniestras tácticas de represalia para perjudicar a las personas que denuncian conductas indebidas y ayude a proteger a otros que puedan ser objeto de ellas”, afirmó. Veremos en qué termina todo y qué pena tendrán estos abusadores, quienes aprovechando su poder fueron contra la intimidad de la protagonista.