Parece una ironía, pero Donald Trump pidió observadores para el conteo de votos en Pensilvania y se queja de que no los dejaron entrar a los centros donde se realiza el escrutinio. Como que se había acostumbrado a usar a la OEA para maniobrar en el sur del continente y ahora extraña a la organización que comanda el uruguayo Luis Almagro. A medida que avanza el recuento de sufragios y el actual presidente ve como algunos triunfos se le van escurriendo de las manos, comenzó a denunciar fraude y amenazar con recurrir a la Corte, ahora totalmente inclinada hacia los republicanos. Desde el otro lado de la grieta, Joe Biden llamó a la calma, dijo que aún era prematuro para declararse ganador, pero deslizó que será el presidente de todos los estadounidenses, a los que recomendó mantenerse unidos.
También podés leer: Biden ganó Wisconsin y Trump denuncia fraude, como predecía Bernie Sanders
En su principal medio de comunicación, la red Twitter, Trump denunció maniobras en su contra. «Nos hemos adjudicado, a los efectos del voto electoral, la comunidad de Pensilvania (que no permite el ingreso de observadores legales) el estado de Georgia, el de Carolina del Norte, en cada uno de los cuales hay una gran ventaja de Trump”. Y agrega en un hilo que “adicionalmente reclamamos el estado de Michigan, donde hubo un gran número de votos desechados en secreto como se ha informado».
We have claimed, for Electoral Vote purposes, the Commonwealth of Pennsylvania (which won’t allow legal observers) the State of Georgia, and the State of North Carolina, each one of which has a BIG Trump lead. Additionally, we hereby claim the State of Michigan if, in fact,…..
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) November 4, 2020
El tercer hijo presidencial, Eric Trump, y el ex alcalda de Nueva York Rudy Giuliani, se sumaron a la protesta y en una conferencia de prensa en Filadelfia afirmaron que el actual mandatario no solo ganó el estado de Pensilvania, sino en el resto de los estados en disputa.
Eric Trump dijo que los demócratas están tratando de “hacer trampa” mediante fraude electoral masivo y prometió presentar una cautelar para detener el conteo en Pensilvania. A su turno, Giuliani -cercano al jefe de la cámara baja aragentina, Sergio Massa y abogado de Trump en causas judiciales- dijo que lo que está ocurriendo en esta ocasión «está más allá de todo lo que he visto antes», y planteó, enardecido a una mutitud: «¿Crees que somos estúpidos? ¿Crees que somos tontos? Sabes algo, los demócratas sí piensan que eres estúpido. Y creen que eres tonto».
Ante la avalancha de denuncias y la amenaza de incidentes con las bandas armadas que siguen a Trump, Biden tuvo que salir al ruedo. En un discurso de tono medido, el candidato demócrata dijo que la fórmula que encabeza con Kamala Harris estaba rompiendo el récord de voto popular en Estados Unidos. A esa altura ya tenía 71.112.367 votes sufragios, contra 68.200.446 de Trump. El anterior récord era de Barack Obama, en 2008, cuando sumó casi 69,5 millones de votos.
La estrategia de Trump de desconocer el resultado de los votos electorales había sido prevista, pero no por ellos deja de resultar efectiva a la hora de embarrar la cancha.
La predicción de Bernie Sanders
Para sustentar sus denuncias, Trump espera gestos de la Suprema Corte tras haber logrado nominar a Amy Coney Barrett, una camarista ultracatólica con la que los conservadores suman 6 bancas en el tribunal, contra 3 liberales.
La jueza que asumió la semana pasada
Habrá que ver hasta dónde puede avanzar, habida cuenta de que muchos de sus correligionarios no están dispuestos a seguir en esa aventura que pone en riesgo la estabilidad del sistema político y hasta puede disparar graves incidentes con grupos fanáticos que siguen al presidente.
«Cuando finalice el conteo, creo que vamos a ser los ganadores», dijo Biden desde Wilmington, en Delaware, tratando de poner paños fríos a la situación. Se sabía que el escrutinio de los votos adelantados y por correo iba a demorar el resultado final en varios distritos. Para un sistema que garantiza el total de los votos electorales al que triunfe aunque sea por un voto, la puja es decisiva para llegar al Salón Oval.
«Nosotros, el pueblo, no vamos a ser silenciados. Nosotros, el pueblo, no vamos a ser intimidados», indicó el aspirante demócrata, tras afirmar que sus palabras no debieran tomarse como si se declarara ganador, aunque, aclaró «está claro que los demócratas han ganado suficientes estados para alcanzar los 270 votos electorales para ganar la Presidencia».
En ese momento, se le computaban 264 votos contra 214 de Trump, pero todo era muy cambiante e inestable. Así lo será por algunos días, si se tiene en cuenta que en Carolina del Norte, por poner un ejemplo, hay plazo hasta el 12 de noviembre para computar los votos emitidos este martes antes del cierre del comicio.