No es la primera vez que los trabajadores de la Biblioteca Nacional (BN) viven la angustia de la amenaza de ser despedidos. La amenaza se concretó durante el gobierno de Macri y, según informan los trabajadores, también se concretará bajo el gobierno de Milei. El anuncio oficial se concretaría, según las últimas informaciones, mañana, 27 de mayo, a última hora de la tarde.
En principio, el gobierno tenía in mente una reducción del 30 por ciento de trabajadores, lo que dejaría a 300 empleados sin trabajo.
Luego de algunas negociaciones, la cifra se redujo a la mitad, es decir, al 15 por ciento del personal. Pero los nombres y la cifra exacta de despedidos se sabrá con exactitud mañana.
Por estos días circula una carta con la que se busca crear conciencia acerca de lo que significa para la cultura nacional la BN, informar sobre la angustiosa realidad que están viviendo sus trabajadores y también para juntar firmas que revelen el apoyo de la población a los trabajadores de esa institución emblemática.
De concretarse la medida anunciada, 150 trabadores/as quedarían sin trabajo y pasarían a formar parte de las huestes de despedidos con que el gobierno de Milei pretende lograr el equilibrio fiscal, un concepto que, según parece, es más importante que la vida misma de los ciudadanos y de las instituciones que son un bastión de la cultura del país.
Biblioteca Nacional, la carta
La carta que ya ha reunido miles de firmas de ciudadanos que se oponen a que se concrete nuevamente la situación vivida durante el macrismo, cuando el director designado fue Alberto Manguel y la BN dejó de ser el magnífico centro cultural que convocaba a miles de personas que quizá nunca había asistido antes, para transformarla en un depósito de libros sólo consultados por investigadores.
“La Biblioteca Nacional –dice dicha carta-, la institución cultural más antigua del país, precede, incluso a la Nación Argentina. Por eso, entre otras cosas, es la memoria –nuestra memoria- la que está en riesgo.”
Y añade: “Fue creada en 1810, bajo los ideales iluministas y es, desde entonces, emblema de la ilustración. Desde su fundación tuvo como misión custodiar, registrar, preservar y difundir el patrimonio bibliográfico y documental que posee”.
Es de destacar que uno de los impulsores de su creación fue Mariano Moreno y a lo largo de su historia fue dirigida por figuras de la talla de Paul Groussac, Jorge Luis Borges y, más recientemente, por Horacio González, que logro un transformación extraordinaria en lo que se refiere a la apertura de la institución a la la comunidad y le dio un impulso enorme a las publicaciones de la BN, rescatando tesoros de la cultura nacional que no serían editados nunca por una editorial privada.
uan Sasturain siguió las mismas políticas y para continuar con el impulso decidió nombrar a Horacio González al frente del rubro ediciones, un proyecto malogrado por el fallecimiento de González.
La carta destaca acertadamente que “la Biblioteca es una ciudad,, un universo, sostenido por un grupo de empleados altamente capacitados en cada una de las especialidades (..:)” y consigna que, de concretarse las medidas de despidos , se estaría poniendo en riesgo el funcionamiento de la entidad y le mantenimiento de sus colecciones.
“Un país sin cultura –concluye la carta- es otro modo, complementario a las políticas de económicas, de condenar a sus habitantes al hambre”.
Los despidos anunciados de gran parte del personal de la BN es otra de las muestras de la destrucción salvaje e indiscriminada que está llevando a cabo el gobierno actual que de un soplo autoritario tira abajo lo que ha llevado tanto tiempo y esfuerzo construir.
Para conocer el texto completo de la carta y firmarla, pulse aquí.
