“Bebé reno” se convirtió en un éxito sin precedentes en las plataformas y también en un fenómeno social que puede dar para trabajarlo en la academia. La historia es la siguiente: el humorista Richard Gadd creó una serie que también protagoniza, basada en una historia real en la que fue víctima de acoso, que se vuelve en adicción mórbida cuando en el primer capítulo se sabe que está basada en las propias experiencias de Gadd.
Estrenada el pasado 11 de abril, pronto se convirtió en la serie del momento, un éxito arrollador que llevó a este drama británico de siete episodios a sumar más de 16 millones de visualizaciones hasta el momento, convirtiéndose en la serie más vista de Netflix en más de 38 países. Como explicó el mismo Gadd, para la ficción se basó en un monólogo homónimo, alteró algunos hechos y su cronología, lo mismo que ha cambiado nombres y características, a fin de preservar el anonimato de los protagonistas (excepto él, claro).
Pero en la era de las redes nada vive en paz. Así que espectadores de todo el mundo se pusieron a buscar a las personas “de verdad” que aparecen en la serie. Detectives aficionados de los más insólitos rincones del planeta lanzaron en las redes afirmaciones basadas en verosímiles, pero también disparatadas especulaciones sobre personas reales que han tenido en algún momento contacto con Richard Gadd, llegando, incluso, al acoso. Al punto tal que el mismo Gadd publicó hace unos días en su Instagram que detengan la persecusión: “Personas que quiero, con los que he trabajado y admiro (incluyendo Sean Foley) están injustamente atrapadas en medio de la especulación -decía el post-. Por favor, no especulen con quiénes podrían ser las personas reales. Esa no es la intención de nuestra serie”, casi suplicaba.
Bebé reno
Disponible en Netflix.