Esta semana comenzó con un verdadero misterio en el Reino Unido, el país que dio vida a personajes como Sherlock Holmes o Hércules Poirot, expertos en resolverlos. Es que el lunes pasado, un hombre con el tradicional traje a rayas de los presidiarios apareció descolgándose sobre uno de los muros de la vieja prisión de Reading, como queriendo escapar de su encierro. Sin embargo, lejos de huir, el preso solamente estaba ahí, colgado e inmóvil a la vista de todos, incluso frente a las estrictas miradas de los guardia cárceles que, como todo el mundo, no paraban de preguntarse con curiosidad: ¿Qué hace ese tipo ahí?
La resolución del misterio llegó hoy, viernes, sobre el final de la semana. Es que el artista gráfico Banksy, cuyos graffitis en las calles de Londres ( y de todo el mundo) son tan famosos como desconocida es su identidad, se atribuyó la autoría de la obra. A través de un video confirmó que fue él quien pintó aquel hombre que parece estar bajando por la pared de la prisión, colgado de lo que parece ser una sábana, pero que en realidad es una larga tira de papel, en cuyo extremo inferior pende una antigua máquina de escribir.
El anónimo pero popular artista publicó el video en sus redes sociales. Ahí también muestra paso a paso cómo creó la obra. En el video se lo puede ver a Banksy, escondiendo su cara por la capucha negra de un buzo, mientras trabaja con rapidez en medio de la oscuridad.
Como toda buena obra, la de Banksy cobra mayor potencia en sus detalles. Por ejemplo, que al final de la tira de papel por la que el convicto intenta escapar cuelgue una máquina de escribir resulta significativo. Sobre todo al recordar que en alguna celda de esa misma prisión de Reading, el escritor Oscar Wilde debió purgar los dos años de trabajos forzados luego de ser encontrado culpable del delito de ser homosexual en 1895. Pocos años después, durante su exilio en París, donde murió enfermo en 1900, e inspirado en su experiencia carcelaria, el poeta irlandés escribió su famosa “Balada de la cárcel de Reading”. Imposible, entonces, no pensar que el trabajo de Banksy representa un homenaje para uno de los más importantes autores de la rica literatura británica del siglo XIX.