El conflicto que se disparó por el posible cese de la producción de la automotriz Nissan en Santa Isabel, Córdoba, llegó este jueves al gobierno de esa provincia, que recibió a empresarios autopartistas preocupados por la versión y la falta de definiciones concretas por parte de la firma japonesa. 

El encuentro se produjo en el Ministerio de Trabajo local después de que el Sindicato de Mecánicos (SMATA) denunció la situación de la compañía. Nissan estaba convocada, pero no asistió al encuentro, según confiaron a Tiempo referentes del sector que participaron de la mesa de diálogo. 

Los consultados dijeron que el objetivo de la reunión fue informar al gobierno cordobés sobre lo que se conoce hasta el momento. La administración provincial no habría realizado propuestas. 

Por el sector privado los únicos presentes fueron los autopartistas, que remarcan que la empresa todavía no confirmó la información que maneja el sindicato, que ya informó a los trabajadores de la terminal. 

La compañía atraviesa un proceso de achicamiento internacional en cuyo marco ya cerró la fábrica que tenía en Madrid, España. 

La operación local está instalada en la planta de Renault, la automotriz francesa que fue socia de Nissan hasta noviembre del año pasado, lo que podría indicar que el uso de esas locaciones tiene los días contados.

Como la automotriz japonesa sigue sin confirmar la versión, el gremio SMATA denunció la situación ante el Ministerio de Trabajo de la provincia, confirmó en entrevistas el secretario General de la seccional local, Maximiliano Ponce.

Nissan detuvo la producción esta semana con el argumento de que faltaban insumos para continuar con la producción.

El cierre pone en peligro cerca de 500 puestos de trabajo directos y otros 1500 indirectos si se incluye a la industria autopartista.