Se acostumbraron a trabajar con la cantidad de insumos insuficientes para cualquier centro de salud que atiende decenas de personas por día en las diferentes especializaciones. En reiteradas oportunidades este medio expuso la situación precaria por la que atraviesan las y los profesionales de la salud que trabajan en los CeSac (Centros de Salud Comunitario) de la Ciudad de Buenos Aires. En más de una ocasión las y los profesionales reclamaron por la falta de insumos, los bajos salarios y las condiciones dignas de trabajo.
En las últimas horas, estos reclamos fueron confirmados por un nuevo relevamiento de la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires (AGCBA) que detectó serías irregularidades en el funcionamiento de la Unidad de Promoción de la Salud y Control de Enfermedades Crónicas no Transmisibles (UECNT). Estas enfermedades son patologías de larga duración cuya evolución es generalmente lenta, representadas principalmente por enfermedades cardiovasculares, diabetes, cáncer y enfermedades respiratorias crónicas.
En relación a la provisión de insumos médicos, el informe detectó que el 88% de los CeSACs carecen de insumos para personas que padecen diabetes; y que un 55% manifestaron que la modificación de los Glucómetros, debido al cambio en la empresa licitante, generó grandes inconvenientes en la población asistida.
El relevamiento evidenció, además, muchas fallas administrativas con datos contundentes: el 100% de los centros no cuentan con estadísticas de elaboración propia desde que se implementó una herramienta informática. Por ejemplo en relación al Programa de Prevención y Control del Tabaquismo no existen datos estadísticos y, además el Sistema de prescripción electrónica que se establece para generar órdenes y recetas electrónicas no fue utilizado por el 55% de los CeSACs.
“El sigehos, que es el sistema electrónico de la historia clínica digital, está cada vez peor, todos los días se nos cae el sistema, no podés cargar las cosas y tarda para poder trabajar. Los médicos, que son los que tienen que subir la receta, la misma no queda impactada y el paciente no puede recibir la medicación. Tiene que volver a sacar otro turno con el médico porque sino no pueden entregarle la medicación”, explica a Tiempo Paola Grenci, licenciada en enfermería del CeSAC 19 que trabaja en el área programática del hospital general de Agudos Piñero. Ese Cesac atiene a miles de personas que habitan en los barrios vulnerables de la 1-11-14 Barrio Rivadavia I y II Barrio Juan XXIII, Parque Chacabuco y bajo Flores.
Respecto a los insumos para personas con diabetes, la profesional de la salud afirma que “faltan tiras de reactivos para detectar la glucosa, y no hay especialistas en diabetes en los centros de salud. Son todos médicos generalistas. Con respecto al aparato del glucómetro tenemos muy pocos. A veces hay tres para 10 pacientes. A veces me dan la mitad y no puedo hacer hemoglucotest a no ser que sea una urgencia o una emergencia o que traiga una orden médica”, agrega Grenci.
En diálogo con Tiempo, Lisandro Teszkiewicz, auditor general de la auditoría porteña señaló que son muchas las falencias que existen en los CeSacs y que las mismas dificultan el seguimiento de la enfermedad y el tratamiento en sí. Las áreas de estos centros determinan el acceso a la posibilidad de mejorar sustancialmente la calidad de vida”.
El auditor advierte que este programa, que tiene la obligación acompañar a esos pacientes en sus enfermedades, “está descentralizado, atiende en los distintos centros de salud y acción comunitaria de la ciudad y nosotros fuimos a ver cómo funcionaba. Bueno, lo que nos encontramos es que el programa tiene muchos problemas, no tiene estadísticas, cada uno de los efectores no genera sus estadísticas propias. Hay un único sistema integrado de computación que pusieron en marcha en el año 2021 que le complica bastante la tarea a los profesionales médicos en las cargas y demás, pero que además no genera estadísticas propias por cada efector, lo cual dificulta mucho acceder a información confiable”, suma Teszkiewicz.
Otras falencias detectadas
El informe resalta que el 56% de los CeSACs no cuenta con un Centro de Especialidades Médicas de Referencia (CEMAR). Estos espacios son asignados para la derivación de aquellos pacientes que requieran consultas o estudios de mayor complejidad.
“Es decir, no tienen dónde derivar a sus pacientes. Pero, además, nos encontramos con que no tuvieron la cantidad de turnos privilegiados que necesitaban en los hospitales. En el 100% de los casos nos encontramos que no les alcanzaban los turnos, no pueden derivar a la gente al hospital, la gente que derivan al hospital tiene que sacar un turno por ventanilla. Sin embargo, son vecinas y vecinos a los que la ciudad ya viene acompañando en su enfermedad, porque tiene una enfermedad crónica”, agrega el auditor.