Susana Beatriz Montoya, de 74 años, fue encontrada muerta en su casa en el barrio Ampliación Poeta Lugones, en la ciudad de Córdoba. La mujer presentaba signos de muerte violenta, incluyendo un golpe en la cabeza y un corte fatal. Aunque se esperan los resultados de la autopsia, las primeras evidencias sugieren un crimen violento.
Susana era la madre de Fernando Albareda, militante de la agrupación HIJOS, y viuda del subcomisario y militante del ERP Ricardo Fermín Albareda, que fue secuestrado en septiembre de 1979 por una patota del D2, epicentro de la represión ilegal en la provincia mediterránea y que aun hoy permanece desaparecido.
Junto al cuerpo de Montoya, los investigadores encontraron un mensaje amenazante en la pared de la vivienda que recuerda a las amenazas de la Triple A: «Los vamos a matar a todos. Ahora vamos por tus hijos #Policia”, escribieron con pintura roja.
Al mismo tiempo, Fernando, el hijo de Susana, recibió amenazas de muerte en diciembre pasado, a pocos días de la asunción de Javier Milei como presidente, que incluían carteles con esvásticas nazis, proyectiles de armas de fuego y carteles pegados en la puerta de su casa con mensajes más que intimidatorios: “Te vamos a juntar con tu papito“; “sos hijo de terrorista”; “se te terminaron los amigos”; “no vayas más a la escuela ni a la jefatura. Vas a morir”.
Por todo esto, los organismos de Derechos Humanos de Córdoba harán una conferencia de prensa esta lunes para exigirle al gobernador Martín Llaryora el esclarecimiento inmediato del asesinato de Susana y una urgente investigación sobre la existencia de grupos negacionistas que puedan estar involucrados en el hecho.
Rubén Francisco Macrí | Socio
4 August 2024 - 22:27
Los canallas no tienen limites.