En una decisión que volverá a resentir fuerte las reservas del Banco Central, la Argentina pagará este lunes un vencimiento de deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por US$ 640 millones. El desembolso se producirá en momentos en que la autoridad monetaria sufre un drenaje de divisas a pesar de las fuertes compras realizadas durante enero.

FMI Argentina
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El mercado viene siguiendo de cerca las dificultades que tiene el gobierno para acumular reservas, en medio de la fuerte salida de dólares provocada por el turismo al exterior y por destinar divisas a contener los tipos de cambio financieros. El pago será el primero al FMI en 2025, un año en el que vencen US$ 2.500 millones, y los intereses corresponden al programa acordado por Alberto Fernández en 2022 para pagar el préstamo de US$ 44.000 millones que obtuvo Mauricio Macri en 2018.

Argentina sigue negociando

El gobierno argentino continúa negociando un nuevo programa con el Fondo Monetario, y aspira a lograr fondos frescos por unos US$ 10.000 millones. En una visita que los técnicos del organismo realizaron la semana pasada se siguieron analizando alternativas y el plan del gobierno para mantener a raya la inflación y sostener el equilibrio fiscal. El FMI elogia un ajuste fiscal mayor al esperado aplicado por Milei pero ve con desconfianza el atraso del tipo de cambio y algunas decisiones tomadas sobre el funcionamiento del mercado cambiario, como la posibilidad de que los exportadores liquiden el 20% de sus divisas a través del contado con liquidación.

Banco central de la república argentina
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El Banco Central cerró en enero con US$ 28.300 millones de reservas brutas, lo que representó una caída de más de US$ 2.000 millones. Esto se debió a los pagos de deuda a bonistas, la intervención en el dólar financiero y los pagos de importaciones. Desde este lunes la autoridad monetaria reducirá la tasa de devaluación del 2 al 1% mensual, lo que se espera seguirá provocando un retraso cambiario, ya que la inflación esperada ronda el 2%.

En el mercado se especula con la posibilidad de que el gobierno cierre un acuerdo en dos etapas con el Fondo Monetario, que dejaría la salida del cepo y una posible devaluación para después de las elecciones legislativas de octubre próximo. El Gobierno quiere llegar a esos comicios con la inflación más baja posible, con el fin de tener más chances de triunfar y mejorar su presencia en el Congreso.