Hace poco más de un mes, el pasado 26 de junio, el gobierno boliviano de Luis Arce enfrentaba una nueva asonada militar, que incluso ahondó la crisis que hace tiempo estalló dentro del MAS, el partido gobernante, por la puja entre el presidente de la nación y el ex mandatario, Evo Morales. Incluso hubo denuncias cruzadas, marcadas por la sospechas del evismo respecto de la posibilidad de haber provocado autogolpe.
El hilo de esas diferencias que amenazan con horadar el curso de los profundos cambios que en Bolivia instalaron los gobiernos socialistas desde que Evo asumió en 2006 es, justamente, el intento del dirigente cocalero de retornar a la presidencia y los impedimentos judiciales y políticos que lo obstaculizan, lo que derivaron en un enfrentamiento voraz entre ambos líderes.
La nueva jugada de Lucho Arce se produjo en el día de la Independencia en Bolivia, en el que el mandatario lideró la celebración con un discurso desde la Casa de la Libertad, en la ciudad de Sucre. Allí propuso la realización de un referéndum para que, justamente, sea el pueblo boliviano que decida si Morales podrá postularse a un nuevo mandato presidencial.
De paso, incluiría en el llamado popular, otros temas de carácter político como la cantidad de escaños parlamentarios con base a los resultados y el espinoso cuestión de reelecciones presidenciales permitidas.
Y también habría consultas económicas. Por caso, la decisión respecto si el gobierno persiste en su política de subsidio a los combustibles, que está en entredicho por diversos sectores, en tanto requiere que las arcas bolivianas desembolsen unos 1.000 millones de dólares anuales. La gestión en los combustibles, justamente, fue uno de los temas que sacudió la economía boliviana en los últimos tiempos.
La ministra de la Presidencia, María Nela Prada, tras la propuesta de Arce, salió a apoyar la consulta: “Que sea el pueblo el que decida, es con el pueblo con quien vamos a tomar las decisiones”, Agregó que se plantea un referéndum para evitar que los temas que serán sometidos a consulta sean “instrumentos de confrontación”. Asimismo envió un mensaje al evismo: “No estamos pensando en cálculos electorales (…) Busquemos dar una solución estructural”.
Respecto a la cuestión de la reelección presidencial, Prada indicó que el Gobierno “no pone en duda la decisión del Tribunal Constitucional de que la reelección no es un derecho humano”, sino que se pretende definir en forma taxativa si la reelección es válida por una vez y de manera continua o discontinua.
Por su parte, el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, destacó la voluntad de diálogo del Gobierno con la propuesta de referéndum. Podemos demostrar que nuestros conflictos podemos resolver preguntando al pueblo”.
Todavía no se definió la fecha del probable referéndum.