El ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, aseguró este martes que la situación que se vive en la ciudad santafesina de Rosario «no se puede sostener más» y que «hay que ir al hueso», por lo que, afirmó, se continuarán «profundizando» las tareas para detener «a aquellos que corresponda», en relación a la venta de estupefacientes y las amenazas mafiosas que se conocieron en los últimos días.
«Todas las semanas se revisa el mapa del delito y se distribuyen las zonas para estar atento. En este caso (el crimen de Máximo Jerez, de 11 años) no estaba en la zona de Gendarmería. Son situaciones que no se pueden sostener más y tenemos que ir con el cuchillo hasta el hueso», sostuvo esta mañana el funcionario nacionales en declaraciones a la prensa.
«El esfuerzo que estamos haciendo es poder prestar un trabajo mucho más profundo» en Rosario, donde la venta de drogas y las amenazas narcos «lleva muchos años», agregó Fernández.
«Vamos a seguir profundizando nuestras tareas de ir deteniendo a aquellos que correspondan. Lo hicimos con la familia Cantero, la familia Alvarado, la familia Funes, que son íconos que producen esa tarea, que genera no sólo la venta del estupefaciente, que es un delito que combatimos, sino la extorsión y lo mafioso que se exhibe en el propio Rosario, donde no se puede vivir tranquilo», prosiguió.
El ministro señaló que desde el 1 de enero se detuvieron en esa ciudad santafesina a 12 personas que debía estar presas y que «alguien dejó salir».
Fernández reiteró que desde que asumió en septiembre de 2021, envió 575 efectivos de fuerzas federales a Rosario para ponerse a disposición del Ministerio Público de la Acusación santafesino y del Ministerio Público Federal «para cumplir con todos los oficios que ordenaban».
«Eso nos dio en 2022 realizar más de 2050 procedimientos con 2075 detenidos», concluyó.