Andrónico Rodríguez pasó por Buenos Aires luego de una visita a Pepe Mujica en su chacra de las afueras de Montevideo. A los 35 años, es presidente de la Cámara de Senadores de Bolivia, pero a los 30 ya era vicepresidente de las Seis Federaciones de Cocaleros de Cochabamba. Metido en la puja entre Evo Morales y Luis «Lucho» Arce, pertenece a la generación de recambio del MAS-IPSP y en esta gira sudamericana en que también visitó referentes en Paraguay, dice que se debe “generar condiciones de mayor coordinación” en la izquierda regional.

“Veo que la izquierda latinoamericana se ha adormecido, se ha relajado. Estamos lejos de la discusión intelectual, no hay coordinación uniforme, no hay trabajo conjunto, hay discusiones más por cuestiones de forma y nos estamos olvidando temas de fondo”, dice Rodríguez, politólogo por la Universidad Mayor de San Simón.

¿Cómo es que recaló en Rincón del Cerro?

-Me invitaron a un encuentro con Pepe y dije sin dudarlo. Hay que aprovechar compartir conversar ahora de repente más tarde ya no pueda. Aunque no estamos tan lejos de Bolivia, no siempre se puede venir cada mes, cada año

-¿De qué manera influye lo que estuviste charlando en el análisis de las diferencias que parecen irreconciliables entre Evo y Lucho?

-Es un tema que de sobremanera preocupa a la militancia y a la dirigencia del MAS-IPSP, las organizaciones sociales, pero veo que también preocupa a toda la izquierda latinoamericana. Todos me preguntan con un tono de suma preocupación. Y nosotros mismos estamos convencidos de que las cosas se han vuelto tan dinámicas… La política, de ser mecánica en nuestro país, de ser estable, se la vuelto bien dinámica y todo es totalmente incierto.

-En algún momento parecía que vos podías generar algún tipo de acercamiento.

-Intentamos desde el inicio de nuestra gestión, que ya estamos cumpliendo casi cuatro años en la Asamblea Legislativa. Hablamos con el presidente Lucho, con el vicepresidente David (Choquehuanca) con el hermano Evo. Intentábamos de alguna u otra manera unir, convencer, conversar para que las cosas no lleguen a mayores. No se pudo concretar, por acciones negativas también del propio gobierno.

-¿Hay una guerra de egos?

-Parece que sí, lamentablemente en este caso.

-Suelen ser las más difíciles de resolver, porque alguien tiene que ceder, o los dos.

-En este caso los dos tal vez.

-La crisis del 2019 que llegó al golpe contra Evo también tenía de estos componentes de una división dentro del movimiento que generó una cuña en la que se metieron sectores del ejército y de la derecha.

-Si,  si. Creo que faltó mayor discusión horizontal, mayor debate, evaluación, análisis, reflexión y decisión horizontal. Lamentablemente se han aplicado en algunos casos decisiones unilaterales de algunos dirigentes que la militancia, los simpatizantes, tomaron de la manera más negativa protestando, cuestionando. Creo que hemos generado ciertos resentimientos en algunos grupos dentro del MAS.

-Cuando hablas de “hemos” ¿a quienes te referís?

-Yo también me incluyo, aunque no soy parte de la decisión, pero como militante digo que todos somos responsables. Algunos dirigentes departamentales, en vez de decidir que un liderazgo regional sea candidato a alcalde o gobernador, decide que sea otro y la gente se molesta y automáticamente lo culpan a Evo: “ahí está el dedazo” , y  empieza a generar grupos de protesta, de resentimiento. Llega de Evo a Bolivia y llegan las subnacionales y empieza la batalla. Primero entre militantes, no tanto Lucho-Evo; entre dirigentes, candidatos nacionales. Encontraron una excusa perfecta de refugiarse en el entorno de Lucho para arremeter contra Evo. Si bien Evo puede equivocarse, es el líder histórico que supo unificar, levantar y despertar al movimiento campesino, al movimiento popular y por eso nos ha preocupado de sobremanera principalmente a muchas generaciones nuevas, a muchos jóvenes. No podemos estar públicamente en contra del liderazgo histórico de este movimiento popular de Bolivia. Pero se ha concretado ese hecho y no quedó otra que avanzar sobre la marcha. Estamos intentando de alguna u otra manera, pero bueno, los ataques son fuertes y para mí estar entre medio de juego cruzado es bien complicado.

– ¿Cómo influye el tema de esta ley por la extensión de los mandatos judiciales que se aprobó durante tu interinato en el Senado? El sector de Evo denunciaba persecución judicial.

-Esto viene ya desde marzo 2023. No se pudo concretar por decisión de algún grupo político de no llevar a cabo las elecciones judiciales, que es un mandato constitucional. Eso no resuelve el problema judicial en Bolivia pero es un mandato constitucional que debemos cumplir como Asamblea Legislativa, con la primera tarea es la preselección. Deberíamos haber tenido aproximadamente entre octubre o noviembre las listas de candidatos del año 2023 y en diciembre se debería haber llevado a cabo las elecciones judiciales. No se hizo, y desembocó en una extensión de mandato totalmente ilegal. Con una simple declaración constitucional se han auto-prorrogado y eso ha generado preocupación, conflicto y decisiones que han tomado de designar vocales ilegales. Sacaron fallos, resoluciones, sentencias totalmente políticas, nada técnicas, nada jurídicas. Ellos mismos empezaron a poner obstáculos y dilatar las elecciones judiciales. La crisis institucional dentro de la Asamblea se ha descontrolado, no había una sesión que lleve a cabo con normalidad la Cámara de Diputados a partir de diciembre hasta prácticamente mayo-junio. En ausencia del Presidente Lucho, el vicepresidente David debe asumir como presidente interino del Estado y yo tenía que asumir de manera automática como presidente interino de la Asamblea Legislativa. Y bueno, en política no hay ausencias, lamentablemente alguien tiene que ocupar y yo dije “ esta es la oportunidad de convocar a la sesión de la Asamblea”. No por generar condiciones de inestabilidad, un golpe al Ejecutivo, no, más bien para apoyar y ayudar. Porque en este momento la imagen negativa que tiene el gobierno es precisamente también por los auto-prorrogados.  Yo tomé la decisión de convocar, no lo dudé y contra viento y marea hemos tenido que imponernos.  Había más de dos tercios de participantes presentes, senadores y diputados, mayoría, entonces aprobamos dos proyectos de ley anti prórroga, un crédito para la construcción de una carretera y dos resoluciones sobre indulto para algunos privados de libertad y prosecución de las elecciones judiciales.

-¿Quién le conviene que no haya elecciones judiciales?

-Es la gran pregunta que nos hacemos. Parece que al propio órgano ejecutivo. No le conviene porque los nuevos magistrados sin duda van a tener una nueva forma de trabajo, van a empezar de cero, y algunos diputados que están en contra el hermano Evo, pero que también son del MAS, no están de acuerdo porque todo parece indicar que pasa por el tema de la habilitación del hermano Evo. Parece que el problema de fondo es el Evo. “Ah, van a llegar nuevos magistrados y lo van a habilitar, no nos conviene”. Pareciera que va todo por ahí y sacrifican muchas cosas, incluso la estabilidad, la imagen del propio gobierno. Todo pareciera que pasa por ahí, de acuerdo a nuestra perspectiva, análisis y evaluación.