La denuncia de la ministra Patricia Bullrich contra el exembajador Oscar Laborde generó un amplio respaldo de figuras políticas, sociales y sindicales, que rechazan la acusación de “traición a la patria”, a la que califican de infamia. Su gestión en el caso del Nahuel Gallo, destacan, fue una acción de tipo humanitaria: hacer llegar la carta de una madre desesperada a su hijo detenido en Venezuela.

Juan Grabois dijo en sus redes sociales: “a Laborde lo quieren ensuciar por cumplir con un pedido desesperado de una madre», y agregó que «solo respondió a un pedido mío y los dictados de su propia conciencia».

Se unieron al respaldo Axel Kicillof, gobernador de la Provincia de Buenos Aires, los senadores Oscar Parrilli y Wado de Pedro; Amado Boudou, exvicepresidente de la Nación, y el extitular de Defensa Jorge Taiana.

También se solidarizaron el Grupo de Puebla y el Foro de São Paulo, que destacaron su trabajo en favor de los Derechos Humanos y la integración regional. Laborde fue también presidente del Parlasur.

Rafael Bielsa, excanciller, calificó la denuncia como “anacrónica y malintencionada”. Sumaron su adhesión figuras como Ricardo Alfonsín y el exjefe de Gabinete, Agustín Rossi.

Del mismo modo se manifestaron referentes del arte y la cultura como Teresa Parodi, junto con liderazgos territoriales como el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, y dirigentes sindicales como Cachorro Godoy (CTA Autónoma), Hugo Yasky (CTA de los Trabajadores), Daniel Catalano, (ATE CABA), Roberto Baradel (Suteba) y Pablo Moyano (Camioneros).

La denuncia por “traición a la patria” resulta, además de desmedida, jurídicamente Inválida, sostiene Laborde. “Según el artículo 214 del Código Penal de la República Argentina, la traición a la patria solo puede configurarse cuando un ciudadano actúa en beneficio de un enemigo durante un conflicto armado entre países”. Este no es el caso, no existe una situación de guerra declarada entre Argentina y Venezuela. “Lo que hice fue, en todo momento, preservar el derecho a la comunicación de dos ciudadanos argentinos, priorizando el bienestar y la conexión entre una madre y su hijo”, insiste el exembajador en Venezuela. Calificar una acción humanitaria de esta naturaleza como “traición” es no sólo un error, sino un ataque injusto.

En este contexto, Juan Grabois expresó en su cuenta de la red X: “Óscar Laborde solo respondió a un pedido mío y los dictados de su propia conciencia. No es mi intención iniciar una disputa por qué hizo cada quien y quién está más preocupado por salvaguardar los intereses de Nahuel Gallo, pero el más elemental sentido del honor me indica solicitar a la Ministra que por favor me denuncie a mí también; sería indigno de mi parte permitir que a un hombre que intentó ayudar a causa mía se lo encause injustamente de un delito tan infame pero el más elemental sentido del honor me indica solicitar a la Ministra que por favor me denuncie a mí también; sería indigno de mi parte permitir que a un hombre que intentó ayudar a causa mía se lo encause injustamente de un delito tan infame”.