Francia Márquez, candidata a la vicepresidencia de Colombia por la coalición de izquierda Pacto Histórico, denunció ser víctima de amenazas de muerte y demandó al Gobierno que garantice su seguridad y la de su familia.
En una serie de mensajes publicados en su cuenta de Twitter, la lideresa afro y ambiental expresó: “No es suficiente las calumnias, las manifestaciones racistas, sino que en menos de un mes me han amenazado de muerte 2 veces”.
Márquez publicó fotografías de unos panfletos del grupo paramilitar “Águilas Negras”, en los que ella y otras autoridades indígenas del suroeste del país son declaradas «objetivo militar».
“Señor Presidente Iván Duque, le solicito garantizar mi integridad física, la de mi familia y de los líderes mencionados aquí”, demandó Márquez.
El panfleto del grupo criminal dice: “Todo esto desprestigió a las políticas de nuestro Gobierno Nacional, por esta razón declaramos objetivo militar a las organizaciones INDEPAZ, CRIC, ACON, ACIN, de los llamados líderes y defensores de derechos humanos encabezados por Feliciano Valencia, Francia Márquez, Aída Quilpué, Hermes Pete, Ovidio Hurtado, entre otros”.
En otros tuits, Márquez le pidió a la Fiscalía General colombiana que investigue las amenazas y denunció que ha tenido “inconvenientes” con el funcionamiento de su esquema de protección de seguridad. “Ojalá esta vez no gane la impunidad”, manifestó la defensora de los derechos humanos.
Márquez y Gustavo Petro inscribieron el viernes pasado su fórmula presidencial por el Pacto Histórico. La coalición de izquierda lidera todas encuestas de intención de voto para las elecciones del 29 de mayo.
Márquez sobrevivió en 2019 a un atentado con granadas y ráfagas de fusil por su defensa del agua en las comunidades afrodescendientes. Un año antes, había recibido el Premio Goldman -también conocido como Nobel del medioambiente- por su lucha ambiental en el Cauca (suroeste), departamento donde nació.
Este lunes, el órgano estatal encargado de la protección de líderes en Colombia respondió a la candidata que su seguridad «está garantizada» y que «posee un esquema de protección robusto”, según señaló el jefe de la Unidad Nacional de Protección, Alfonso Campo, también en Twitter.
La espiral de violencia estatal y paraestatal en Colombia, lejos de detenerse con la firma de los Acuerdos de Paz de 2016, recrudeció bajo el gobierno uribista de Iván Duque. Según el Instituto de estudios para el desarrollo y la paz (Indepaz), solo en lo que va de este año fueron asesinados 45 líderes sociales.