La candidatura de Alberto Fernández para las elecciones presidenciales y el corrimiento de CFK a la vicepresidencia sirvió para cerrar parte de la grieta que existe al interior de la CGT, entre la conducción y la oposición nucleada en el Frente Sindical para el Modelo Nacional animada por el moyanismo.

Es que, mientras el FreSiMoNa se agrupó alrededor de la candidatura de la ex presidenta, el binomio que conduce la CGT había rechazado esa posibilidad y bregado por alguna candidatura del Peronismo Federal. Héctor Daer insistió para que Roberto Lavagna abriera su espacio a los sectores del kirchnerismo detrás del planteo de unir al peronismo y reservando un lugar secundario a los k.

Una vez anunciada la fórmula Fernández-Fernández, el líder del sindicato de la Sanidad y secretario general de la CGT, mostró en forma entusiasta su beneplácito. Del otro lado, a pesar de los insistentes reclamos para que fuera CFK quien dirigiera la fórmula en virtud del caudal de votos con los que cuenta, acataron la decisión y se alinearon.

El metalúrgico Antonio Caló, uno de los dirigentes que en la interna que divide a la CGT se ubican en una posición intermedia, ratificó esta semana que “la UOM está identificada con la fórmula  Fernández-Fernández”. En el congreso nacional del sindicato realizado en Mar del Plata en el mes de abril, los delegados habían apoyado por abrumadora mayoría la candidatura de CFK.

Sin embargo, la homogeneidad en el terreno político no parece suficiente para reunificar a escala sindical de todas las vertientes que militan en la central. 

Esta semana trascendió un reacercamiento del dirigente de la Unión Ferroviaria, Sergio Sasia, con la conducción de la CGT. El ferroviario, que se había mantenido por fuera del Consejo Directivo cuando se reunificó en agosto de 2016 detrás del triunvirato, decidió escindir el MASA, agrupamiento que co dirigía con Omar Viviani, cuando el taxista se volcó abiertamente por la candidatura de Juan Manuel Urtubey. Para eso, Sasia, creó junto con una veintena de gremios el sello Sindicatos En Marcha por la Unidad Nacional (SEMUN) a través del cual se proyectó para regresar a la mesa chica de la CGT.

En rigor, según reconoció el propio Sasia a Tiempo Argentino, el acercamiento comenzó en el plenario de la Juventud Sindical que desplazó al aeronavegante moyanista Juan Pablo Brey para reemplazarlo por Sebastián Maturano, hijo del socio Ferroviario de Sasia Omar Maturano líder de La Fraternidad.

Otro dirigente de uno de los gremios industriales explicó que, en rigor, Sasia “fue un instrumento del binomio para quitarle poder al Fresimona y bloquear su desarrollo. Es que ya perdieron diez dirigentes del Consejo Directivo y están preocupados por 2020.”.

Sergio Sasia señaló a Tiempo que “nos reunimos para aportar y demostrar que queremos la unidad del movimiento obrero para el año que viene, es un gesto para debatir desde adentro una agenda y un programa.”.  En este punto explicó que “es el momento no de estar cada vez más dispersos sino cada vez más juntos. Lo hicimos en las medidas de fuerza y en reuniones así como en la juventud sindical.”.

Sobre el escenario político explicó que “formamos el SEMUN porque era prematuro elegir un candidato. Creíamos que había que hablar con todos, para decirles que para ser gobierno había que estar todos juntos. Ojalá que las piezas que faltan moverse se acomoden antes del 22 de junio”.

Consultado sobre si esas piezas incluyen un desplazamiento mayor de CFK señaló que “no ponemos límites para buscar la unidad. Nos identificamos con todos los que construyen un espacio dentro del peronismo”, aunque, sugestivo, señaló que “hasta el 22 de junio falta para todas las candidaturas”.

El mismo Sasia destacó que su no ingreso a la CGT en 2016 se explicó “porque aceptar el triunvirato era institucionalizar las diferencias. No nos equivocamos. Además queríamos debatir un proyecto que es en lo que estamos”. Hacia 2020 planteó que “queremos la unidad con la mayor cantidad de sindicatos y que se respete el estatuto” en clara referencia a que haya un solo secretario general.

Otro de los dirigentes en disputa, el matelúrgico Antonio Caló, se encuentra evaluando su acercamiento al binomio. Si bien su representante en el Consejo Directivo, Francisco “el Barba” Gutiérrez fue el primero en renunciar al Consejo Directivo en diciembre de 2017, la UOM se ha mantenido distante del FreSiMoNa. De hecho no adhirió al paro del 30 de abril y, en la movilización del 4 de abril, concentraron en la Plaza Miserere, el lugar elegido por la conducción oficial. Con todo, desde el entorno del matalúrgico no ocultan su enojo por lo ocurrido en esa marcha en la que debía encabezar la UOM y fue desplazada por el gremio de la Sanidad conducido por Héctor Daer.

Ordenado el escenario electoral general, los realineamientos y choques actuales apuntan a disputar representaciones sindicales en las listas de legisladores del PJ que dependerán en gran medida de las posibilidades de hilvanar los acuerdos necesarios para forjar la futura conducción que dirigirá al movimiento obrero bajo lo que, presumen, será un nuevo gobierno peronista.