Un alerta por nuevos temporales amenaza con afectar aún más al devastado sur de Brasil, donde las inundaciones ya causaron 147 muertos y dejaron 125 desaparecidos y más de 2,1 millones de personas damnificadas, según el último reporte de Defensa Civil.

Además, el número de desplazados se acerca a 620.000, de los cuales más de 81.000 tuvieron que buscar refugio en albergues improvisados.

Los equipos de rescate evacuaron de las zonas de riesgo a 76.399 personas y 10.555 animales.

La situación más dramática se vive en Río Grande do Sul, estado fronterizo con Argentina y Uruguay. Allí, un total de 446 municipios resultó afectado por las lluvias, el 90% del total, lo que dejó un saldo de al menos 147 muertos y 806 heridos reportados.

Casi todo el estado permanece en alerta máxima por las previsiones meteorológicas, mientras los cuerpos de rescate aprovechan los pocos espacios que dejan los temporales para continuar con las búsquedas de sobrevivientes.

Además de lluvias torrenciales, se esperan fuertes vientos y bajas temperaturas que pueden extenderse hasta el martes.

El Centro Nacional de Vigilancia y Alerta de Desastres emitió este domingo una alerta de alto riesgo por deslizamientos de tierra en prácticamente todo el estado y en la región metropolitana de Porto Alegre, con especial atención en la Sierra Gaúcha.

En un video publicado en la red social X por el día de las madres en Brasil, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva envió su “solidaridad” para aquellas afectadas por la tragedia.

“Ustedes no están solas”, dijo el mandatario, cuyo gobierno anunció que desbloqueará unos 10.000 millones de dólares para la reconstrucción de este estado agrícola y ganadero.

Lula había anunciado un paquete de ayudas de 50.000 millones de reales (9.800 millones de dólares) para ese estado, entre créditos y medidas asistenciales directas.

Las alarmas por lluvias son más enfáticas en el municipio de Uruguaiana, en la frontera con Argentina, donde las aguas del Río Uruguay sobrepasaron los niveles y continúan creciendo.

Las inundaciones afectaron también a la ciudad de Concordia, en Entre Ríos, donde unas 500 personas ya fueron evacuadas.

En todo el estado, las acciones para llevar comida, ropa, cobertores y medicinas continúan en medio de la falta de servicios de energía y agua que se van restableciendo poco a poco, principalmente en la capital, Porto Alegre.

Los daños ocasionados por las inundaciones en Rio Grande do Sul se calculan en unos 18.839 millones de reales (3.700 millones de dólares), según el Gobierno regional.