El presidente Alberto Fernández dio un discurso de fin de año, en el cual lamentó las víctimas de la pandemia del coronavirus, destacó los avances en la recuperación y pidió por un 2022 en el cual los «sueños empiecen a hacerse realidad».

El discurso completo del presidente:

Les pido que por unos minutos me dejen entrar en sus casas. Necesito hablarles a las familias de nuestra querida Patria

Llegamos al final de un año difícil. El segundo de una pandemia larga y dolorosa que se llevó la vida de miles de argentinos y argentinas. En estas fechas de celebración, de encuentro, reunión y unión familiar habrá muchos lugares vacíos en las mesas argentinas. Quiero mandarles un fuerte y sincero abrazo a quienes enfrentaran estas fiestas recordando a quienes ya no están.

Que este reencuentro no nos haga olvidar el momento que atravesamos. Cuidemos y respetemos las medidas sanitarias que ya todos conocemos. No nos relajemos ni bajemos los brazos. Esta pandemia no ha acabado y deberemos prepararnos para seguir enfrentándola. Ya sabemos cuál es el camino: seguir vacunándonos y cuidándonos. Lo hemos hecho y hemos controlado la situación. Debemos seguir haciéndolo.

Es un momento para estar cerca unos de otros, para apoyarnos y abrazarnos. Es tiempo de balances, reflexiones y propósitos. De aprender de lo vivido y mirar hacia adelante con esperanza.

Este ha sido un año difícil para todos y todas. Pero también ha sido un año en el que demostramos que podemos superar nuestros problemas. Nos comprometimos, por ejemplo, colectiva e individualmente con la campaña de vacunación y hoy estamos en unas cifras que son comparables con las de los países europeos. Gracias a todos y a todas por poner el hombro por Argentina.

Este fue también el año que dio inicio a la recuperación económica. Después de tanto dolor y tanta postergación, estamos avanzando y creciendo. Hay más actividad económica, más producción, más exportaciones, más trabajo y más consumo. Estamos cerrando el año con un crecimiento superior al 10%, que es incluso más alto que el que tuvimos con Néstor cuando salimos de la dolorosa crisis del 2001.

Vamos por el buen camino. Encontramos la vía de la recuperación, la senda del crecimiento. Todavía queda mucho camino por recorrer para que esta recuperación llegue a cada familia argentina. Pero es que veníamos de muy atrás. Ahora sí, ya estamos encaminados y avanzando. Tengamos confianza. Vamos bien y vamos a estar mejor.

El 2022 nos tiene que encontrar más unidos y fuertes. Nos tiene que encontrar a todos y a todas empujando para el mismo lado. Necesitamos juntar manos, esfuerzos, talentos y recursos. La Argentina se merece que, desde la política y la sociedad, centremos todos nuestros esfuerzos en la recuperación económica para que salgan de la pobreza quienes hoy han caído en ella y para que todos y todas encuentren un empleo que les devuelva el derecho que tiene todo el que trabaja.

Vivimos en una democracia plural. Debemos respetar esa pluralidad para que la convivencia sea armónica. Pero toda diferencia debe ceder para que unidos nos ocupemos de favorecer a los más postergados. Una vez más les recuerdo que primero están los últimos.

Tenemos por delante una serie de desafíos que marcarán el futuro del país y de las próximas generaciones. Si el 2021 fue el año de la vacunación y de la reactivación económica, hagamos que 2022 sea el año de los grandes acuerdos en procura de una sociedad más justa. Animémonos a hacer de la Argentina una sociedad inclusiva que ponga fin  a la cultura del descarte. Aquí, no sobra nadie. Todos y todas hacemos falta. Ese es el compromiso que me impulsa cada día.

Cuando levantemos la copa para brindar, pensemos en nuestro querido país. Hagamos que Argentina sea un deseo compartido, un camino que se convierta en una gran avenida de prosperidad en la que caminemos con firmeza sin dejar a nadie atrás.

Desde el 1º de enero de 2022 trabajemos, todos y todas juntos, para que todos nuestros sueños empiecen a hacerse realidad.

Feliz navidad y feliz año nuevo, para todos y todas. Muchas gracias.