El presidente Alberto Fernández trazó una analogía entre quienes promueven “la cultura del descarte”, el negacionismo sobre la dictadura y la “vacuna para pocos”, al hablar en un acto realizado en la ex ESMA en el contexto de los 45 años del golpe de Estado de 1976.
“Cada dos por tres en las filas de ellos aparecen los negacionistas y en las filas nuestras aparece la memoria. Los negacionistas lo único que hacen es sembrar odio, y los que tenemos memoria sembramos amor. Van a decir que es un discurso que genera grieta. Pero aquí estamos los que queremos la vacuna para todos y en las filas de ellos los que quieren la vacuna para pocos, para el que pueda pagársela. La vacuna tiene que llegar cuanto antes a todos. En la frase ‘el que pueda pagársela que se la pague’ está la cultura del descarte”, expresó.
En la que fue su segunda visita a la ESMA en su rol de jefe de Estado, Fernández fue recibido por el secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla; por el referente de HIJOS Capital, Carlos Pisoni; y por la Madre de Plaza de Mayo línea fundadora Taty Almeida, con quien plantó un árbol en los jardines del ex centro clandestino, como parte de la campaña lanzada por los organismos de derechos humanos ante la imposibilidad de realizar la histórica marcha del 24 de Marzo en el contexto de pandemia.
Alberto fue al predio de Núñez para participar de un homenaje a los trabajadores desaparecidos durante la última dictadura cívico-militar organizado por H.I.J.O.S. Capital y la agrupación Intersindical Derechos Humanos, que integran la CGT y la CTA.
Fue un acto de fuerte peso simbólico, ya que se trató de la primera vez que todas las centrales sindicales convergían en una conmemoración sobre los trabajadores y trabajadoras, dirigentes sindicales y delegados de base desaparecidos que, según mencionaron, constituyeron el 70 por ciento de las víctimas del terrorismo de Estado.
Se encontraban en la Casa de la Militancia de HIJOS Capital, además de Taty Almeida y Pisoni, Carmen Lorefice, integrante de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora; Sergio Palazzo, secretario general de La Bancaria; Héctor Daer, titular de la CGT; María Laura Torre, secretaria general adjunta de Suteba; Víctor Santamaría, del Suterh; y Daniel Catalano, de ATE, en representación de Hugo Yasky, quien se encuentra aislado preventivamente. La titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, participó por videoconferencia.
«Me parece importante que la dirigencia sindical se haga parte del recordatorio del 24 de Marzo. El 24 de Marzo empezó la mayor tragedia de la sociedad argentina. Se produjo un quiebre moral en la condición democrática de la Argentina que nunca debemos olvidar y nunca debemos dejar de repudiar. Se trataba de trabajadores y representantes gremiales que lo que buscaban era lo mismo que los actuales: una sociedad más igualitaria, mejores condiciones de vida. Muchos quieren que el olvido nos gane. Mirar el pasado tiene mucho que ver con el modo como queremos construir el futuro . Me parece imperioso que el pasado esté presente en nuestras vidas», advirtió Fernández.
Taty Almeida fue la impulsora de la visita del mandatario al excentro clandestino. Después de un año en el que las Madres y Abuelas debieron guardar un estricto aislamiento para protegerse del Covid, se mostró entusiasmada: «Lo primero que quiero compartir con ustedes es el placer que he tenido de poder abrazar personalmente a mi querido presidente. Por primera vez un presidente está presente recordando a los trabajadores detenidos desaparecidos», afirmó.
Daer consideró la convocatoria de la intersindical de Derechos Humanos como «un acto de superación de las diferencias que existieron en otro momento» en el movimiento obrero. Y sobre el rol de la dictadura, aseguró: «No tengan dudas de que todos los cambios sociales tienen que ver con las relaciones entre el que tiene la plata y el que trabaja. Por eso fueron a buscar a los compañeros delegados de fábrica, militantes, intervinieron las organizaciones sindicales y así fue como llevaron a delante este plan macabro». «