Al menos 115.000 trabajadores sanitarios murieron de Covid-19 desde el inicio de la pandemia, indicó este lunes el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus. «Muchos se han contagiado ellos mismos y, aunque los informes son escasos, calculamos que al menos 115.000 trabajadores sanitarios y de cuidados han pagado el precio último al servicio de otros», expuso el directivo al inicio de la asamblea anual de la organización.
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El director general de la OMS volvió a denunciar la «escandalosa desigualdad» de acceso a las vacunas en el mundo, que «perpetúa la pandemia» y explicó que más del 75% de todas las dosis se han administrado en solo diez países, según consignó AFP. «No hay forma diplomática de decirlo: un pequeño grupo de países que fabrican y compran la mayoría de las vacunas controlan el destino del resto del mundo», afirmó.
Además, Ghebreyesus añadió que «el número de dosis administradas hasta ahora en todo el mundo habría sido suficiente para cubrir a todos los trabajadores sanitarios y a los ancianos, si se hubieran distribuido de forma equitativa». Y realizo un llamamiento a la comunidad internacional para que invierta la tendencia: «Hoy pido a los Estados miembros un masivo impulso para vacunar al menos al 10% de la población de cada país de aquí a septiembre, y una campaña hasta diciembre para alcanzar nuestro objetivo de inmunización de al menos el 30% para finales de año», afirmó.
En la Argentina hubo 79.806 casos positivos de coronavirus en trabajadores de la salud, lo que equivale al 3,4% de los casos totales, según el informe especial «Vigilancia epidemiológica en Trabajadores de la Salud – Argentina», del Ministerio de Salud, que reúne datos hasta el 31 de marzo de este año. De ellos, 67.736 se recuperaron y 479 fallecieron, lo que implica una letalidad del 0,6%.