En la Argentina de los últimos años, los discursos libertarios crecieron en paralelo a las expresiones antivacunas. En la Argentina de los últimos meses, el Estado es mala palabra, la ciencia es desfinanciada hasta el ahogamiento y la salud quedó en el casillero del sálvese quien pueda. En la Argentina de hoy, parece poco importar apegarse a la verdad. Ni siquiera en los datos oficiales. El combo no puede ser inocuo y sus efectos comienzan a notarse también en las políticas de vacunación. Las primeras postales muestran una población objetivo para la vacuna antigripal reducida casi a la mitad. Esto se suma a las dificultades para acceder a la vacuna pediátrica contra el covid y la emblemática vacuna nacional Arvac desarrollada a nivel local pero ofrecida sólo en el circuito privado.
«A poco más de un mes de iniciada la campaña de vacunación 2024 contra la gripe en Argentina, ya se aplicaron casi 2.019.463 de dosis, registrando una cobertura de más del 50% de la población objetivo«, difundió esta semana el Ministerio de Salud de la Nación. El dato implica que se apunta a una población objetivo de alrededor de cuatro millones de personas. Sin embargo, tal como se tuvo en cuenta en los últimos años, esa población supera en la realidad los nueve millones.
Según pudo saber este diario, no se redujo la cantidad de vacunas compradas con respecto a años anteriores, y de hecho la adquisición se concretó a partir de un trámite iniciado en la gestión anterior. Pero los datos de dosis aplicadas que difundió la gestión actual no se corresponden con el 50% de la población objetivo real ni de las dosis adquiridas. «Es el dato que tenemos de vacunación en todo el país a la fecha», respondieron desde la cartera nacional que conduce Mario Russo.
La salud y el objetivo antigripal
La vacuna antigripal está indicada para mayores de 65 años, bebés de seis meses a dos años, personas gestantes, personal de salud y población de cualquier edad con factores de riesgo. Sobre todos estos grupos se estima la población objetivo.
Sólo la población de más de 65 años, según el censo 2022, son 5,7 millones de personas. «Si a eso le agrego que la indicación es para todos los menores de 65 que tengan patologías que los ponen en riesgo –tabaquismo, diabetes, epoc, cardiópatas– más los equipos de salud, más las embarazadas, se entiende por qué habitualmente la compra suele estar en el orden de los 9 a 10 millones de dosis desde hace una década como mínimo. Dos millones de dosis no significa el 50% de la población objetivo«, asegura el médico infectólogo Tomás Orduna.
Sólo una vez en los últimos años –recuerda– hubo una «compra injustificada» muy superior al promedio. Fue durante la gestión de Jorge Lemus como ministro de Salud, en 2017. Ese año se adquirieron 10,7 millones. Luego, en 2019, hubo que licitar la destrucción de dos millones de vacunas sobrantes: habían utilizado más de ocho millones. En este caso es todo lo contrario: Salud subestima la población objetivo, a pesar de tener las dosis suficientes. ¿Podrá ser para sentar precedente para las compras futuras? ¿O para anticiparse por números de inmunizados que posiblemente sean menores a los años anteriores, en un contexto de falta de campañas públicas y de desmantelamiento estatal?
«Históricamente la mejor vacunación que tuvo en cantidad la Argentina en antigripal fue en 2020, la gente estaba asustaba por la pandemia y pensaba que la protegía también contra el covid. Se aplicaron casi 11 millones. El promedio de años anteriores estaba más cerca de los nueve millones. No cinco«, confirma una fuente de la gestión anterior, del equipo de Carla Vizzotti.
Alertas pediátricas
A mediados de abril, el Colectivo Niñez en Riesgo presentó una nota en el Ministerio de Salud, dirigida a Russo, para alertar sobre «faltante de vacunas». En particular, la pentavalente o quíntuple celular, vacuna obligatoria de calendario que protege contra difteria, tos convulsa, tétanos, Haemofilus influenzae tipo b y hepatitis B. La preocupación fue transmitida luego de que varias familias no pudieran vacunar a sus bebés en tiempo y forma por falta de stock.
El expediente que se abrió por ese planteo circuló por dependencias de la cartera sanitaria, pero no tuvo respuesta. Esa falta, según distintas fuentes, se estaba regularizando. El Colectivo también alerta por la dificultad para acceder a dosis de covid pediátrica que, según la indicación oficial, se aplican desde los seis meses y luego de forma anual, o cada seis meses para pacientes con factores de riesgo.
«Estuvo y aún está en falta. Se empieza a regularizar pero lentamente», contestaron en el equipo de Salud bonaerense, a cargo de Nicolás Kreplak. La falta de stock se notó en abril. A fin de mes, Nación informó la distribución de 80.400 dosis de la vacuna monovariante de Moderna para infancias de seis meses a once, como parte de un cargamento total de 115 mil.
«En el Hospital Gutiérrez –en CABA– nos confirmaron que habían recibido 50. Aconsejaban concurrir cuanto antes, porque tenían stock limitado«, remarca Sofía Gastellu, del Colectivo Niñez en Riesgo. «Hicimos el cálculo –señaló– Para la franja de seis meses a cinco años, lo que trajeron es una vacuna cada 28 chicos». Aunque se hable poco del tema, desde el inicio de la pandemia murieron 409 menores de 18 años con covid.
A demanda
Ante la consulta a Nación sobre licitaciones para próximas compras, respondieron que «para las vacunas Covid pediátricas hay contratos vigentes. La compra que se realizó el mes pasado cubre, en principio, hasta fin de año, según los cálculos en base al histórico del último año. Luego volverán a ingresar en base al ritmo de aplicación y a la demanda de las jurisdicciones».
Una demanda poco fomentada. La información oficial sobre los refuerzos de covid es casi invisible, y las campañas estacionales circulan en redes, a falta de pauta específicamente destinada a su difusión en medios de comunicación. «Me parece que hay que ser mucho más sostenedor de la campaña. Por todos los medios. Hay que enfatizar fuertemente la necesidad de la vacuna antigripal. Porque la población tiene cierto cansancio vacunal después de todo lo que nos pasó con la pandemia, la necesidad de tantos refuerzos… –razona Orduna–. Entonces, desde los medios, con Nación como guía, con las provincias, las sociedades científicas, todos tenemos que hacer un esfuerzo, y el equipo salud, particularmente los médicos en sus consultorios, concientizando a las personas que tienen indicación de vacunarse».
La Arvac Grierson, sólo para privados
La Argentina es uno de los 13 países en el mundo que desarrolló íntegramente su propia vacuna contra el Covid–19. La Arvac Cecilia Grierson fue realizada por especialistas del CONICET, la Universidad Nacional de San Martín y el Laboratorio Cassará. Se presentó en octubre del año pasado, como un hito, tanto sanitario como económico, por la generación de divisas y ahorro que puede generar al país. Un proceso que fue reconocido, por caso, desde la prestigiosa revista científica Nature.
El mes pasado se aprobó el primer lote comercial y la vacuna nacional de refuerzo contra el covid para mayores de 18 años ya está disponible. Por ahora, y como en una postal de época, únicamente de forma privada. La promociona el centro Vacunar, donde sólo tiene descuento para afiliados a Osde. El costo particular es de $ 18.520 «sujeto a posibles aumentos».
Para que fuera de acceso gratuito tendría que adquirirla el Estado y distribuirla como lo hace con las dosis de Moderna o Pfizer. «Respecto a la compra de Arvac, por ahora no tenemos novedades», respondieron desde la cartera de Mario Russo.
El dengue y las prioridades
Con mosquitos que se niegan a irse pese al frío, sigue vigente la preocupación por el dengue y la necesidad de acceder a la vacuna, sobre todo para quienes ya padecieron al menos una vez la enfermedad y corren riesgo de sufrir un cuadro más grave. Y especialmente de cara a la próxima temporada.
En el contexto de la epidemia de dengue más grave de la historia argentina, el presidente Javier Milei, su vocero Manuel Adorni y el ministro de Salud, Mario Russo, se pronunciaron en varias oportunidades sembrando dudas sobre la seguridad y la eficacia de la vacuna, pese a la aprobación de ANMAT y la opinión de diversos especialistas sobre su utilidad (junto con el resto de las medidas, sobre todo preventivas).
Sin embargo, tras esas declaraciones, el Ministerio de Salud confirmó esta semana que la vacuna se incorporará de forma focalizada, según la situación epidemiológica de cada jurisdicción. No al calendario nacional del país. «Será para las personas de 15 a 39 años en departamentos priorizados según situación epidemiológica. Se dará inicio por etapas con la población de 15 a 19 años y se avanzará de manera dinámica, progresiva, y escalonada de acuerdo con la disponibilidad de vacunas y según las estrategias ya implementadas», anunciaron de cara al 2025. El peso lo tendrá cada distrito.
De todos modos, aún no hubo precisiones sobre ese abordaje: «Las estrategias para su implementación serán definidas en conjunto con las provincias en una próxima reunión». Todo esto, en el marco de un brote récord: con más de 420 mil contagios y más de 300 muertes.