Cincuenta años después, la Academia Sueca desclasificó un documento donde revela por qué Jorge Luis Borges no ganó el Premio Nobel de Literatura en 1967, única vez que estuvo seleccionado junto a otros 70 escritores para el debate de los jurados.

La sorpresa es grande ante los argumentos. En un documento escrito a máquina y ahora disponible en la web oficial de los premios, se verifica que Borges ocupaba el noveno lugar en la lista de posibles ganadores, pero se lo (des) califica como “demasiado exclusivo o artificial en su ingenioso arte en miniatura”.

El elitismo del escritor argentino es una característica no muy discutida, aunque puesta en el contexto del análisis de la Academia Sueca para entregarle o no el premio parece un costado que no debería ser determinante. De todas maneras, aparece como mucho más cuestionable la descripción de “artificial en su ingenioso arte en miniatura”. Los especialistas coinciden en que se trata del estigma borgeano de haber evitado el género novelesco, algo que parece haberle resultado demasiado costoso a la hora de no recibir el galardón que tanto deseaba.

Las últimas especulaciones sobre la negativa de ser “el elegido” incluyen también las posturas políticas de Borges en aquel entonces. Se lo recuerda irónico y hasta burlón de sus colegas comprometidos con una literatura que sirviera como una herramienta liberadora y revolucionaria ante regímenes dictatoriales, y teniendo una visión decididamente anti peronista, al punto de justificar el derrocamiento de Perón en 1955.

Vale recordar que esta última postura, la más alejada de lo relacionado estrictamente con el arte de su escritura, fue sostenida en más de una ocasión por María Kodama.