La demanda de agroalimentos sufrió en julio un bajón de entre el 30% y el 40% debido a la caída de poder adquisitivo del salario y al rechazo de los consumidores a convalidar los aumentos de precios, informó la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME) en su Indicador de Precios de Origen y Destino (IPOD). 

El informe consigna que en el séptimo mes del año los precios de los agroalimentos se multiplicaron 3,1 veces entre su origen en el campo hasta su destino en las góndolas de los comercios; por lo que el estudio concluye en que los consumidores pagaron $3,1 por cada $1 que recibió el productor de un agroalimento. 

Consumo de agroalimentos

El aumento de las frutas y verduras fue el que más se destacó en la inflación de julio, pero fue todavía más importante en los barrios populares, donde el incremento promedio fue del 10,41%, muy por encima de los precios del rubro almacén (3,47%) y de los precios de los cortes de carne (2,52%), según el Instituto de Investigación Social, Económica y Política (Isepci) a través de su Índice Barrial de Precios (IBP). 

El IBP, que mide la evolución de los precios minoristas en 21 barrios del conurbano bonaerense, indicó que entre julio de 2024 y el mismo mes de 2023 los precios de las frutas y verduras aumentaron 132%, superando el promedio de almacén y carnicería que acumularon el 118,02% y el 92,5% respectivamente.  

Alfredo González CAME agroalimentos
Alfredo González, titular de CAME.

Desde la perspectiva de los comercios, la CAME mensuró la caída de la demanda entre un 30% y un 40% y advirtió que por tratarse de productos perecederos muchos eslabones de la cadena, mayoristas y minoristas, se resignaron a bajar precios resignando parte de la renta, a pesar de los aumentos los costos que afronta la cadena de valor, como el de los insumos dolarizados, el transporte, logística, arrendamientos, combustibles y salarios.  

El IPOD tiene una dimensión frutihortícola, que considera la evolución de 19 productos de origen vegetal. Esos precios se multiplicaron 3,6% veces entre el campo y la góndola. La dimensión animal, que coteja los precios de cinco productos, registró un aumento de 2,9 veces entre el campo y la góndola.