El cierre nocturno del aeropuerto de El Palomar que entrará en vigencia el 26 de septiembre por decisión de la jueza Federal Martina Forns a instancias de reclamos de vecinos tiene furiosas a las aerolíneas low cost. Este martes puso el grito en el cielo Flybondi, que advirtió que la medida puede afectar a un millón de pasajeros.
La compañía, símbolo de la política de desregulación aerocomercial que llevó adelante el gobierno de Cambiemos, no está sola en el reclamo. La semana pasada se manifestó la empresa Jetsmart por medio de su gerente, Gonzalo Pérez Corral, quien avisó que el cierre de la base podría impactar en una pérdida del 20%.
Ambas compañías amenazaron con levantar campamento y retirarse del mercado argentino. Pero las low cost cuentan además con el respaldo del gobierno nacional y del gremio particular de los trabajadores de Flybondi, que anunciaron una manifestación para reclamar por la continuidad de los puestos de trabajo.
Este martes la compañía salió al ruedo con una campaña de visibilización del conflicto que ganó rápidamente espacio en los medios fundamentalmente de provincias que son destinos de vuelos.
El CEO de Flybondi, Sebastián Pereira, afirmó que “lo más preocupante de esta medida es que afecta directamente a miles de trabajadores y pone en riesgo la sustentabilidad del negocio de la compañía. Por otro lado, coloca a toda la industria frente a una vulnerabilidad regulatoria enorme para los demás aeropuertos, como Aeroparque y Ezeiza, que operan en condiciones urbanas y operacionales similares o peores a las de El Palomar”, agregó.
El mismo argumento corrió por cuenta del ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich, quien a manera de presión puso en duda la continuidad de las obras de remodelación del aeropuerto bonaerense.
Finalmente, el gremio que agrupa a los empleados de Flybondi se movilizó este mediodía en la sede de El Palomar. Previamente emitió un comunicado que expresó: “En su fallo que entra en vigencia el jueves 26 de este mes la jueza sin ningún tipo de evaluación técnica, prohíbe el funcionamiento del aeropuerto entre las 22 y las 7 de la mañana lo que implica el fin de la operación comercial de aeropuerto, la reformulación del negocio de las empresas, y el desempleo para 1.000 trabajadores que trabajan en El Palomar. Además esto le quita empleo y rutas aéreas a las provincias a las que volamos”.