Los sindicatos aeronáuticos paralizaron los vuelos de Aerolíneas Argentina durante 24 horas entre el viernes y ayer.

Luego de la asamblea en la que el sindicato de pilotos (APLA) y el de tripulantes de cabina (AAA) resolvieron el paro, el secretario general de la AAA, Juan Pablo Brey, señaló que “nos están empujando a esta situación para forzar el objetivo que tienen hace tiempo que es la privatización”.

Asfixia y ninguneo

Según un informe elaborado por el sindicato del personal de tierra, APA, desde septiembre de 2023 a agosto de este año el salario de los aeronáuticos cayó un 44,4% en términos reales cuando, según datos oficiales, hasta junio de este año los trabajadores del sector privado resignaron un 6,7%, los del sector público un 22% y los no registrados un 24,6%. Para recuperar el poder adquisitivo de hace un año, los sindicatos deberían arrancar una mejora del 80%.

El secretario de prensa de la AAA, Alejandro Kogan, informó el viernes que, a pesar del acatamiento del 100%, “seguimos sin recibir un llamado del gobierno y las autoridades de la empresa que mantienen una nula propuesta».

Disparen contra los gremios

Lejos de ofrecer una actualización salarial, el gobierno dio rienda suelta a una ofensiva antisindical. Primero, decretó el carácter esencial del servicio aerocomercial que dispone la obligatoriedad de garantizar el 75% de la prestación. Luego, el ministro de Transporte Franco Mogetta ratificó su intención de separar a Pablo Biró (titular de APLA) de su cargo en el Directorio como representante obrero y anunció el despido de tres pilotos que, en el marco de una medida de fuerza, se negaron a tripular aeronaves que, aseguran, la empresa busca sacar de circulación.

De la privatización al vaciamiento, o al revés

La presunción de los gremios es que, luego de la derrota legislativa en la que se vio obligado a retirar a la línea de bandera del listado de empresas a privatizar incluido en la Ley Bases, el gobierno promueve un vaciamiento. Por un lado, pudo reducir la planta desde 11.920 empleados hasta 10.400 a través de una agresiva campaña de retiros voluntarios y jubilaciones anticipadas. El plan de achique, en estas condiciones, implica un gasto oneroso para la empresa que, a pesar de haber exhibido un balance positivo en 2023, ahora deberá reorientar fondos necesarios para el funcionamiento operativo (mantenimiento, repuestos, aeronaves) hacia las indemnizaciones.

Después del traspié legislativo, el gobierno publicó en julio el decreto 599/24 mediante el cual dispuso la desregulación completa del mercado aerocomercial y la derogación de una parte sustancial del código aerocomercial. La medida implica la entrega de los cielos a empresas de todo tipo y, por lo tanto, la inviabilidad de la línea de bandera que opera 38 rutas de cabotaje, 21 de las cuales lo hace en soledad. Se trata, claro, de aquellas denominadas “no rentables” pero que resultan necesarias para la conectividad del país. En estas condiciones, garantizar su continuidad resulta una competencia desleal.

Las cuentas

La Auditoría General de la Nación (AGN) valuó en U$S 8294 millones el impacto socio económico de la compañía en concepto del Producto Bruto Aeroportuario, productividad de la economía y turismo. La estimación surge de la metodología de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo. De allí también se conoce que Aerolíneas transportó más de 14 millones de personas en 2023 y generó 109.623 puestos entre empleos directos, indirectos, inducidos y catalíticos y que, mientras en 2019 el flujo de fondos con relación a los ingresos anuales mostraba un déficit del 20,2%, en 2023, esa relación giró a un 4% de superávit.

¿Adónde va Aerolíneas?

La estrategia no está clara todavía. Por el momento existe una campaña de estigmatización de los sindicatos. Franco Mogetta reconoció que “si nos apegamos a la ley, no se puede privatizar, con lo cual estamos acomodándola. Hemos reducido un 70% el déficit de la compañía comparado al año pasado, sacándola a competir en segmentos como vuelos low cost y nocturnos”.

En los sindicatos no hay homogeneidad sobre la caracterización. Juan Pablo Brey asegura que buscan privatizar la empresa. Edgardo Llano, titular de la APA, señaló a Radio Gráfica que “van por todo lo que sea negocios. Van por Aerolíneas, pero para eso primero hay que hacer desaparecer a los sindicatos o restar nuestro poder para que mansamente entreguemos la compañía. Los ataques son incesantes. La gente se va porque los sueldos quedaron muy desfasados”.

El gremio de los técnicos, APTA, se retiró de la acción en común con el resto de los sindicatos. Su titular y ex subsecretario de Transporte Aerocomercial, Ricardo Cirielli, señaló a Tiempo que “hace dos meses avisamos al resto de los gremios que no nos plegábamos a las medidas. Consideramos que, si bien el reclamo es justo, hay que modificar la manera de enfrentar a este gobierno. No podemos aplicar las herramientas convencionales porque nos llevan al fracaso. No soy quién para juzgarlos, pero mi experiencia me indica que se están equivocando con la metodología. El gobierno no aplica la conciliación obligatoria para que el desgaste lo sufra el pasajero y la sociedad. Sin hacer mucho está logrando el consenso para que haga lo que siempre quiso hacer, que es la privatización”.

Fabio Basteiro, coautor del libro ¿Por qué fracasó la revolución de los aviones? y extitular de la APA, le dijo a este medio que, en realidad, “esto no va a ser tan lineal. Lo más grave es la desregulación sobre la actividad. Pueden buscar una segmentación de la empresa. Por ejemplo, todo lo que sea handling o tráfico y check in podría pasar a Aeropuertos 2000. (Eduardo) Eurnekián estaría muy dispuesto a dar el servicio para todas las empresas. Hay una versión muy fuerte de que Mercado Libre, que ya tiene seis aviones de la empresa Gol en Brasil, podría hacer un desarrollo con el sector de Cargas. Está también el área de mantenimiento operativo. El hangar N° 5 de Aerolíneas Argentinas es la estructura metálica más importante de Sudamérica y tiene todos los instrumentos y herramientas para atender a cualquier vuelo que arribe a la Argentina. También está el centro de formación de pilotos y tripulantes de cabina”.

Para Basteiro, “la segmentación es una posibilidad, la privatización es otra y el achicamiento otra, que implicaría transformarla en una compañía que cumpla el rol social y acompañe otro proceso que dé lugar a negocios de ellos con fondos de inversión que necesitan lavar plata”. «