Los trabajadores del Hospital Garrahan comenzaron a las 7 AM un paro total y activo ante el brutal ajuste de la gestión de Javier Milei que pesa sobre sus salarios. Durante este año los trabajadores del Garrahan ya habían realizado sendos abrazos a la institución y participado de otras medidas de fuerza convocadas por la CGT y en adhesión a la grave situación que se vive en otros hospitales como el Posadas, así como la difícil situación que atraviesan las y los médicos residentes. No obstante, ante la magra paritaria del 2 % pactada el viernes pasado que no alcanza para cubrir las necesidades mínimas, se resolvió un paro total para este miércoles 4 de septiembre.
La medida comenzó a las 7 AM y se extenderá hasta el día de mañana. Se trata de un paro activo con actividades en el hall central, radio abierta, desayuno y merienda comunitarios. A las 13 horas, movilizarán alrededor del edificio para confluir en una foto colectiva. A la misma hora, un grupo realizará un semaforazo en el Puente, sobre calle Brasil.
Fuga de cerebros
“El hospital con esta situación bastante desesperante que estamos atravesando, otra vez la pelea por el salario y por las condiciones de trabajo, tenemos que salir a defender”, aseguró en un comunicado Norma Lezana, secretaria general de la Asociación de Profesionales y Técnicos (APyT) del Garrahan. Asimismo, contó que el movimiento que se generó en el equipo de salud a raíz de la caída abrupta del salario los puso en alerta. “Lo que está pasando es que van a renunciar los profesionales jóvenes del equipo de salud; el fin de semana nos enteramos que renunció una médica del centro regional de hemoterapia y todas las trabajadoras del centro regional decían no puede renunciar esta doctora, es una fuga de cerebros, o sea que cada uno en su puesto de trabajo tiene la particularidad de saber estar muy entrenado para una tarea muy específica”, señaló.
Sin canales de diálogo
Lezana aseguró que existe ningún diálogo abierto con las autoridades del Ministerio de Salud y de Economía, ni nacionales ni de CABA. Asimismo, detalló que el presupuesto del Garrahan depende 80% de nación y 20% de ciudad de Buenos Aires desde 2017.
“Es gravísima a futuro la baja del presupuesto realizada por el gobierno de Javier Milei y con el gobierno de Jorge Macri desentendiéndose también de su 20%, porque en este momento hay 2.200 profesionales en formación en el Hospital Garrahan. La formación continua que requiere nuestra tarea diaria también implica toda una sobrecarga de trabajo, jornadas extendidas, agendas muy desbordadas y ante la negativa de considerar esto, nos genera mucha desesperanza”, aseveró.
Los salarios mínimos no cubren la canasta básica familiar
“La actividad central va a ser a las 13 horas con una movilización alrededor del hospital y una foto con nuestra pancarta que dice 100% de aumento en defensa de la salud pública”, contó a Tiempo Gerardo Oroz, delegado de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) del Hospital Garraham.
Asimismo, aseveró que el reclamo incluye que el salario mínimo de un trabajador del hospital debe cubrir el monto de la canasta básica familiar – que en la actualidad es de $1.400.000- y que ningún trabajador debe ser afectado por “el mal llamado impuesto a las ganancias que es un impuesto al trabajo”, apuntó.
Por su parte, Alejandro Lipcovich, secretario general de la Junta Interna de ATE del Hospital Garraham, dijo a Tiempo: “Se ha llegado a una situación extrema de derrumbe salarial. No hay nadie en el hospital que arranque a trabajar con un sueldo básico que supere la canasta de pobreza e incluyo a una multiplicidad de oficios con distinto grado de calificación: operarios, administrativos, técnicos, enfermeros, médicos”.
El referente gremial aseguró que el desastre salarial se mantiene incluso con los que tienen mayor antigüedad ya que “en su momento nos robaron buena parte del pago” de ese rubro y que la grave crisis pone en cuestión al propio funcionamiento hospitalario. “En el pasado, en el Garrahan se ganaba más que afuera, ahora se gana menos, incluso que otros sectores públicos que también tienen salarios bajos. Es el principal hospital pediátrico del país, una referencia a escala latinoamericana. Si persiste esta política de desfinanciamiento y destrucción salarial, va camino a un daño irreparable”, señaló Lipcovich.