“¿A qué le decís Nunca Más? ¿Qué te parece urgente, qué te parece que hay que hacer ‘más que nunca’?”. A unos metros del Congreso, sobre avenida de Mayo y Sáenz Peña, las y los pibes responden esas preguntas que cruzan a la sociedad argentina hace 40 años. No es un lunes cualquiera: se cumple un nuevo aniversario, el número 48, de La Noche de los Lápices. Las juventudes, las que hace unos meses tapizaron las calles en las principales ciudades del país para defender la universidad pública y gratuita marchan por la memoria y el legado de esos estudiantes secuestrados el 16 de septiembre de 1976 que lucharon por un mundo más justo y menos cruel. En medio de la movilización reciben un material elaborado por el Centro Estudios Legales y Sociales (CELS) que en clave didáctica resume en un folleto los puntos centrales de las casi 500 páginas del Nunca Más, investigación que la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP) entregó al entonces presidente Raúl Alfonsín el 20 de septiembre de 1984. 

“Por el boleto estudiantil”, dice la canción que retoman las juventudes en la marcha de este lunes para condenar los secuestros y asesinatos de los alumnos secundarios ejecutados en un operativo conjunto de efectivos policiales y del Batallón 601 del Ejército. Pero la movilización también abarca al presente, con los reclamos y las demandas actuales. “Nos parecen oportunidades para desplegar un trabajo sobre la memoria que no sea reactivo ante los ataques, que no esté solamente centrado en defender y resistir, sino en desplegar y activar la memoria con jóvenes y adolescentes, conectando con sus sentidos, aprendiendo de sus intervenciones”, cuenta Marcela Perelman, directora de investigación del CELS, para explicar el material que empezaron a difundir en esta movilización y con el que trabajarán en distintos talleres.

marcha nunca mas
Foto: Pedro Pérez

«¿A qué le decís Nunca Más?»

“¿Qué fue la Conadep?”, “¿Qué leemos en el Nunca Más?”, “Para qué hicieron desaparecer los cuerpos de las víctimas?” son algunos de los ejes del contenido que procura sintetizar las claves del informe presentado hace 40 años que permitió avanzar en el Juicio a las Juntas y que todavía se utiliza en los juicios de Lesa Humanidad pendientes de sentencias. Entre los datos que aparecen en los folletos -un explicativo casi en modo redes sociales del Terrorismo de Estado- remarcan que “casi 250 chicas y chicos entre 13 y 18 años fueron secuestrados en sus casas, en la calle o a la salida de los colegios” mientras que seis de ellas estaban embarazadas. También recuerda que persiguieron especialmente a las y los estudiantes secundarios que quisieron reivindicar sus derechos y que los interrogaban sobre sus agrupaciones políticas y las elecciones en los centros de estudiantes.

Debajo del título “¿Qué más analiza y describe” el informe presentado el 20 de septiembre de 1984, el CELS explica que detalla la ubicación de 340 centros clandestinos de detención en todo el país; las formas de asesinato y exterminio; el modo en que los militares trataron de garantizarse la impunidad; qué pasó con las embarazadas, con los bebés, con niños y niñas; y cómo se persiguió y secuestró a adolescentes, entre otros puntos. A la vez, la CONADEP enumeró para qué la dictadura militar desapareció los cuerpos de las víctimas y entre los cinco objetivos figura el ocultamiento del “genocidio bajo la excusa de la guerra antisubversiva” y la idea de mantener el control de la situación a través del miedo.

“En un contexto de relativización de la verdad en general y de embates negacionistas en particular, tiene un renovado valor la investigación de la CONADEP y su conclusión contundente de que existió un sistema masivo de secuestro, tortura y desaparición. Y el hecho de que esa verdad luego fue probada judicialmente, validada por todos los gobiernos y todos los poderes hasta ahora, en que por primera vez hay discursos oficiales en sentido contrario”, evalúa Perelman a la hora de explicar la importancia de llevar adelante esta acción en este momento político en particular, con Javier Milei instalado en la Casa Rosada. 

Foto: Pedro Pérez

La primera prueba de esta iniciativa del CELS -una forma didáctica y participativa de establecer una conversación entre viejas y nuevas demandas- fue la marcha en CABA por La Noche de los Lápices. Algo de eso quedó anotado en las carteleras instaladas en la Plaza de los Dos Congresos. Resistir, panzas llenas, defender la educación pública, comunidad organizada, trabajo, amor y lucha fueron algunas de las frases que quedaron colgadas en el apartado “Ahora más que nunca”. Acaso como consignas -un piso- para construir una nueva canción.