El kilómetro 56 de la Ruta 215 fue escenario de uno de los hechos más aberrantes perpetrados por la última dictadura cívico-militar: la Masacre de Brandsen. Entre la noche del 5 y la madrugada del 6 de enero de 1977, Dardo Cabo, Roberto Rufino Pirles, Félix Escobar, Ana y Victorio Perdighe, y Dalmiro Villagra, militantes peronistas comprometidos con el sueño de un país más justo, fueron asesinados en lo que las investigaciones posteriores confirmaron como una ejecución planificada.
A 48 años de aquel crimen de lesa humanidad, el Centro de Estudios Históricos «Compañero Dardo Cabo» organizó un homenaje en Brandsen, acompañado por autoridades, familiares, sobrevivientes y referentes de organismos de derechos humanos. Durante el acto, la Secretaría de Derechos Humanos bonaerense, encabezada por Matías «El Gitano» Moreno, subrayó la importancia de transmitir estas historias a las nuevas generaciones.
«Es fundamental dar a conocer las historias colectivas que estos militantes llevaron adelante por un país mejor«, expresó Matías Moreno durante su discurso. «Debemos recordar y reivindicar a Dardo Cabo, Rufino Pirles, Félix Escobar, Ana Perdighe, Victorio Perdighe y Dalmiro Villagra, asesinados por la última dictadura cívico-militar. Mantener viva su memoria es una forma de defender la patria por la que tanto lucharon», agregó el titular de Derechos Humanos bonaerense.
La ceremonia, que se realizó frente al monumento que honra a las víctimas, contó con la presencia del Jefe de Gabinete Gastón Poncetta , familiares de los militantes, y representantes de organizaciones sociales y políticas. En ese espacio, las palabras de Moreno resonaron como un llamado a sostener el compromiso colectivo: «En estos tiempos, más que nunca, necesitamos recordar su legado y transmitirlo como bandera de lucha a las nuevas generaciones«.
Dardo Cabo, reconocido por su participación en la histórica «Operación Cóndor» en 1966, donde junto a otros militantes plantó la bandera argentina en las Islas Malvinas, fue uno de los nombres destacados entre las víctimas. Junto a él, militantes como Félix Escobar, estudiante de Ciencias Económicas y miembro de la Juventud Universitaria Peronista, y los hermanos Ana y Victorio Perdighe, entre otros, representan el rostro de una generación que soñó con un país diferente y fue brutalmente silenciada.
«El acto de hoy no solo nos convoca a recordar, sino a reivindicar las luchas de aquellos que dieron su vida por la justicia social y la soberanía nacional», destacó Moreno y agregó: «Son ejemplos de resistencia y compromiso, y su legado nos interpela a seguir construyendo una patria más justa».
La Masacre de Brandsen no es solo un recordatorio de la violencia sistemática de la dictadura, sino también un llamado a mantener viva la memoria como herramienta de transformación. La frase «30 mil compañeras y compañeros detenidos desaparecidos, presentes ahora y siempre», cerró el acto, con la promesa renovada de continuar el camino de la memoria, la verdad y la justicia.