Si se trazara una línea de tiempo entre el primer LP de los Rolling Stones, de 1964, y la actualidad, Voodoo Lounge estaría exactamente en el punto medio. Sin embargo, es naturalmente lógico emparentar a este álbum más con el presente que con cualquier otro momento de la historia de la banda. ¿Acaso alguien imaginaba hace 30 años que el por entonces flamante Voodoo Lounge sería, tres décadas después, recién la mitad de la historia? Precedido por 26 discos de estudio y seguido sólo por cuatro, el primer trabajo de los años ‘90 de los muchachos de Londres comenzó a marcar una tendencia: poca acción en el estudio y una incansable actividad sobre los escenarios con interminables giras que, aún hoy, recorren el mundo.  Allí, justo en el medio de la historia, aparece la Argentina. Es que con Voodoo Lounge, los Rolling Stones nos abrieron la puerta y empezó a forjarse una relación invencible.

Lanzado el 11 de julio de 1994, el álbum que cumple 30 años es dueño de una gran cantidad de características difíciles de pasar por alto. Es el primer trabajo sin Bill Wyman, su histórico bajista, y también es el debut de Darryl Jones, quien se adueñó de las cuatro cuerdas con groove, talento y, cómo si eso no bastará, con la bendición de Charlie Watts para que lo acompañe en la base rítmica.

El mundo globalizado les daba la bienvenida a unos renovados Rolling Stones que de ninguna manera descuidaron sus actividades como solistas. Es que Voodoo Lounge comenzó a gestarse mientras Keith Richards lanzaba Main Offender (1992) y Mick Jagger, Wandering Spirit (1993). Pero además, Ron Wood editó Slide on This (1992) y Slide on Live: Plugged In And Standing (1993); Charlie Watts lanzó Charlie Watts Quintet – From Charlie (1991) y A Tribute To Charlie Parker With Strings (1992); y Bill Wyman publicó Stuff (1992), aunque ya con la decisión de dejar a la banda. Si bien los huevos no estaban puestos todos en la misma canasta, la gallina de los huevos de oro seguía empollando.

Tapa del mítico álbum.

Stones = más rock & roll

Los resultados no tardaron en llegar. El álbum es un despliegue de rock and roll que encuentra un delicado equilibrio con seis baladas emocionantes, y que rápidamente conquistó los primeros puestos en los charts más importantes del mundo: fue número uno en el Reino Unido por primera vez desde Emotional Rescue (1980) y número dos en los Estados Unidos. Además, obtuvo el Grammy al mejor álbum de rock en 1995. “Love Is Strong”, “You Got Me Rocking” y “Sparks Will Fly” componen un arrollador y enérgico comienzo para el álbum, mentiras que “The Worst” (con Keith Richards como vocalista), “New Faces” y “Out of Tears” proponen levantar el pie del acelerador con emoción y melancolía.

Por su parte, “Moon Is Up”, “I Go Wild” y “Mean Disposition” refuerzan la cuota de rock con potencia, y encuentran su contrapunto en lentos como “Sweethearts Together”, “Blinded By Rainbows” y “Thru and Thru”, otra sentida balada a cargo de Richards. En tanto, “Baby Break It Down” es un rock moderado que amalgama necesariamente las dos claras vertientes del disco. “Suck on the Jugular”, a cargo del funk y “Brand New Car”, a puro blues, rompen la polarización.

“The Storm”, “So Young”, “Jump On Top of Me” y “I’m Gonna Drive” fueron excluidos del disco pero aparecieron aportando más blues y rock como lados B de los sencillos. Estos cuatro temas serán compilados en un vinilo de 10 pulgadas que vendría incluido con la reedición del álbum que se lanzará el próximo 12 de julio en todo el mundo.

Ícono representativo de una expresión cultural, la lengua que el diseñador John Pasche les vendió a los Rolling Stones en 1971 es sin dudas la simbología más característica de la banda inglesa. Pero Voodoo Lounge no sólo atravesó a una generación desde lo musical, sino también desde lo visual y estético. Es que el diseño de la portada, obra de Mark Norton, entregó, quizá, la imagen más significativa de los Rolling Stones sin contar a la lengua. Y se hizo bandera, remera y tatuaje.

Finalmente, es ineludible remarcar una vez más la importancia de Voodoo Lounge para el público argentino. Este álbum trazó un antes y un después para los fans: después de 30 años los Rolling Stones dejaban de ser una imagen o un sonido que llegaba desde algún medio de comunicación. Ya no eran más un vinilo, un cassette, un VHS o un CD. Allí, bajo una cobra gigante que escupía fuego por la boca, estaban Mick, Keith, Ronnie y Charlie desafiando al paso del tiempo. Allí continúan hoy, ya sin Charlie, girando por el mundo agigantando su historia con el Hackney Diamonds Tour 2024.

Y así estamos acá, deseosos de que el rumor se haga noticia y de que llegue un anuncio que nos haga felices una vez más.

Los Stones hasta visitaron al ex presidente riojano.