Tras asegurar el triunfo de Martín Llaryora en Córdoba, la campaña presidencial de Juan Schiaretti se puso en marcha. Apostando a conquistar al peronismo no kirchnerista y con el respeto institucional como mantra, el cordobesismo y sus aliados se posicionarán como una alternativa «moderada» que tendrá como atracción el deseo genuino de cortar con el binarismo que protagonizan las dos grandes coaliciones políticas hace veinte años.
El armado, que tendrá diferentes espacios como aliados, estará comandando por una reducida mesa política que acompañará al precandidato en el camino electoral. Su compañero de fórmula, Florencio Randazzo; su esposa y senadora Alejandra Vigo; el diputado y cabeza de lista cordobesa, Carlos Gutiérrez; y el precandidato a diputado porteño, Diego Bossio estarán a cargo de diseñar las estrategias y alianzas de cara a las primarias. El exdirector ejecutivo del Anses será también jefe de campaña del armado peronista.
Además de apostar al fin de la grieta, el mensaje del espacio estará centrado en los trabajadores y el crecimiento de la producción. En esta línea, se presentará el eslogan «Levantados», un guiño al sector asalariado de clase media y media-baja que no se siente contenido ni apoyado por ninguno de los armados predominantes. En cuanto al sector productivo, Schiaretti tendrá como eje discursivo la promesa de ponerle fin a las retenciones de manera paulatina para, tal como dijo en su acto de lanzamiento, «sacarle el pie de la cabeza al campo».
Con una fuerte impronta federal, el armado de schiarettista se extiende en todo el territorio, aunque hará especial foco en la zona centro del país. Córdoba, centro de operaciones y logística del precandidato, será el caballo de batalla de la pelea nacional y el punto de mayor contención del espacio. Utilizando su gestión y el contundente apoyo que cosecha en la provincia, el gobernador trabajará para ganar en el segundo distrito de mayor caudal de votos a nivel nacional, que además es el «kilómetro 0» de Juntos por el Cambio.
Lejos de su pago, el espacio se apoyará en sus aliados para expandirse en los distritos que no le son familiares. En la provincia de Buenos Aires, bastión en el que se decidió no contar con estructura propia por el gran trabajo de construcción que requiere, la tarea de campaña estará dividida en tres figuras y sus propios delegados.
Randazzo estará representado por la exdiputada camporista y precandidata a senadora, Rocío Giaccone, quien tiene experiencia en el armado bonaerense. A ella se sumará la exsenadora y precandidata a diputada nacional, Hilda «Chiche» Duhalde, quien aportará los apoyos que supo construir junto a su marido y expresidente, Eduardo Duhalde. Por último, el diputado y cabeza de lista, Alejandro «Topo» Rodríguez hará lo propio como delfín de Roberto Lavagna quien, a pesar de no formar parte de las listas, ya dio su expreso apoyo a la candidatura de Schiaretti.
En la misma línea, la campaña en la Ciudad de Buenos Aires estará protagonizada por Bossio. El precandidato utilizará su paso por la gestión nacional para acaparar las miradas del peronismo tradicional porteño y será, junto a Randazzo, quien esté a cargo de la vocería del espacio en los medios de comunicación. Lo acompañarán en las recorridas porteñas la empresaria pyme de la industria del conocimiento y precandidata a diputada, Verónica Tenaglia, y la directora de la Escuela de Política y Gobierno de la UCA y precandidata al Parlasur, Lourdes Puente Olivera. Ambas cuentan con el fuerte respaldo de Vigo.
En Santa Fe, provincia históricamente aliada del cordobesismo, la diputada y precandidata a gobernadora Mónica Fein es la encargada de predicar el mensaje de Hacemos por nuestro País. Utilizando el vínculo que el gobernador supo construir con su par Miguel Lifschitz, el socialismo santafesino estará representado en la lista legislativa por su secretario de relaciones internacionales, Esteban Paulón, seguido por la periodista Vanesa García, y el integrante de la Sociedad Rural de Rafaela, Nicolás Lungo. De la misma forma se construirá en Mendoza, donde el exministro de producción de esta provincia, Raúl Mercau, encabeza la lista de diputados.
Con la idea de construir un peronismo «moderno» y atento a los reclamos de una sociedad que, según la visión de los armadores cordobeses, está desencantada con la política, no se llevarán a cabo gran cantidad de actos. Por el contrario, se trabajará en una campaña de cercanía en donde cada candidato tendrá diagramada su ruta para construir el apoyo necesario del 1.5% de votos que permita superar la instancia de las PASO. «