Leandro Santoro tiene una misión compleja: buscará romper la hegemonía en un distrito en donde el oficialismo es poco menos que invencible. En las PASO, el diputado no sólo deberá luchar contra los candidatos de Juntos por el Cambio. También deberá enfrentar al «voto táctico» de los electores peronistas que quieren retirar a como dé lugar al PRO de la Ciudad.
Santoro ya encabezó la boleta del PJ porteño en 2021 y en aquella oportunidad obtuvo 461 mil sufragios, un 24% del total. Una cifra similar podría colocarlo como el candidato más votado de la primaria capitalina, siempre y cuando la interna del oficialismo sea pareja.
En el PJ no quieren saber nada con la idea de que sus electores participen de otra interna sólo para desairar las expectativas de Mauricio Macri. «Son estrategas de centro cultural», califican en el peronismo a aquellos que hablan de «voto táctico». Argumentan que las diferencias entre Jorge Macri y Martín Lousteau sólo son estéticas, pero que en el fondo tienen el mismo proyecto de gobierno.
Además, aseguran que de ganar Jorge Macri la PASO de Juntos, tendrán la posibilidad de buscar el voto radical que no termina de digerir al exintendente de Vicente López, un espejo invertido de lo que sucedió en el balotaje de 2015, cuando los votos del PJ le sirvieron a Lousteau para mantener el suspenso hasta el último minuto.
Como sucedió con el peronismo en todo el país, la campaña de Santoro empezó tarde, pero su candidatura logró reunir el apoyo de todos los sectores y convertirse en el referente de la unidad en un distrito siempre difícil para el peronismo. Eso no le impidió marcarle la agenda a sus rivales: puso sobre la mesa la problemática de la vivienda, de los alquileres, del Código Urbanístico y de la salud mental. Temas en los que Juntos corrió de atrás.
«Claramente lo que no funciona es el modelo de desarrollo urbano del macrismo. Un modelo que no promueve la producción de viviendas sino de metros cuadrados dolarizados para que los sectores de altos ingresos puedan preservar el valor de sus ahorros», asegura Santoro. Para empezar a corregir una cuestión que puede terminar en un desastre propuso crear un banco público de vivienda y regular Airbnb.