Con los candidatos de todas las fuerzas definidos, este lunes inició la campaña electoral para un comicio en el que cada voto conseguido será un pequeño triunfo en la pelea por el techo porcentual más alto.
Nueve días atrás, el oficialismo no tenía un panorama claro de cuál sería su performance en esta elección. Pero lo que parecía ser un largo y sinuoso camino hasta la entrega de la banda presidencial, transmutó gracias a la elección de Sergio Massa como cabeza del binomio. Si bien su participación electoral no fue sorpresiva, aún existen dudas sobre el doble rol que ocupará de acá en más. Sobre este punto, la analista Analía del Franco plantea que «si bien ser ministro es una limitación, también puede ser una posibilidad. Si logra concretar un arreglo importante con el FMI, su función podría potenciarlo aún más. Además, gracias a sus vínculos, Massa asusta menos al establishment».
A pesar de la aceptación de círculo rojo, la elección del tigrense como candidato de «unidad» generó cierto descontento en el electorado kirchnerista de pura raza, por la conocida rivalidad que comenzó en 2013. Pese a este advertido desgano, el consultor político Carlos Fara explica que ese pasado no será un impedimento para el futuro. «Massa no tiene dificultades para captar el voto duro. El votante de Unión por la Patria es un peronista clásico que sabe dónde no quiere ir, por lo que va a acompañarlo. Con el transcurso de la campaña se podrá identificar cuántos puntos suma por su propia cuenta», expone el analista.
Si bien dentro del oficialismo se insistió en lograr un candidato de unidad, Juan Grabois fue habilitado para competir en las PASO. Pese a que los consultores reconocen el entusiasmo del líder del Frente Patria Grande, ambos concuerdan en que no puede causar ninguna sorpresa, más allá de la colaboración para retener los tres o cuatro puntos porcentuales de votantes anti-Massa. «Es un salvoconducto para los rebeldes», define Del Franco.
Sobre este armado de contención, Fara desarrolla: «Massa replica la estrategia de 2015, apuntando a un votante no politizado que no consume más que las noticias suficientes y que busca respuestas para su día a día. Su candidatura tiene más sustento que la de Grabois porque éste pertenece a un mundo muy comprometido que no es una característica de todos los electores».
Con respecto al rol que podría tomar Cristina Fernández de Kirchner en la campaña de su candidato, Fara teoriza: «La vicepresidenta utilizará la campaña para enviar algunos mensajes sobre el rumbo que debería tomar el próximo gobierno, tal como lo hizo en el primer acto que compartió junto al ministro. Pero no va a moverse de esa línea. Mantendrá el rol de neutralidad que tuvo durante la campaña de Alberto Fernández en 2019, pero esta vez más marcado, debido a que Massa tiene su propio capital político».
En cuanto a la situación dentro de la oposición, Analía del Franco advierte que en la vereda de enfrente las definiciones internas y externas se agradecen. «La elección de esta fórmula es conveniente para la oposición porque un competidor reacciona en función de su adversario. Si hubiese tenido un rival menos instalado y tan asociado al kirchnerismo no hubiese sido tan interesante para JxC. La dupla Massa-Rossi tiene más envergadura», explica la socióloga.
En cuanto al shock que puede causar esta candidatura en los protagonistas de la interna opositora Fara expone: «La candidatura de Massa complica más a Larreta, porque el votante del jefe de gobierno tiene el mismo perfil moderado que tiene el del ministro. Por el contrario, Patricia Bullrich es sumamente beneficiada porque es muy alta la posibilidad de que el voto moderado se licúe hacia Massa y Larreta pierda en las PASO».
Ante este escenario, la divergencia será la clave. Según del Franco, se explica la decisión del alcalde porteño de catalogar como un fracaso al gobierno de su ex líder político. «Tener a Macri cerca no atrae votos, porque cuenta con una imagen muy negativa. Hablar de las políticas de su gobierno es como volver atrás y eso no es bien recibido. Por eso Larreta tiene que sostener esta postura y tener una diferenciación clara frente a las propuestas de Bullrich. Además, deja a la exministra como única defensora del expresidente, un escenario poco conveniente para su construcción», desarrolla la analista.
Si bien en los últimos sondeos Bullrich se posiciona varios puntos por arriba de Larreta, Fara sostiene que no hay que restarle importancia a los armados y estrategias que gestionen el radicalismo y los aliados que construyó el jefe de gobierno en los distintos distritos electorales. «Todos van a jugar fuerte», sintetiza.
En las últimas semanas, acompañados por los malos resultados electorales que obtuvo en las provincias, el protagonismo que supo tener Javier Milei se atenuó. Más allá de esto, Fara advierte que el precandidato no está bajando en las encuestas.
«El hecho de que le vaya mal a sus candidatos en las provincias no lo modifica electoralmente, porque no tiene construcción. Quienes votan a La Libertad Avanza no es por su armado, sino por su líder. El mayor problema que tiene Milei es que ya no representa una novedad y, además, comenzó a cuidar un poco más su discurso por la falta de apoyo que está recibiendo en distintos sectores», explica.
Del Franco concuerda con su colega, sin embargo aclara que, a pesar de la estabilidad en las encuestas del diputado y de posicionarse como una clara tercera fuerza, esta elección no se dará en un escenario de tercios como se afirmó en los análisis de las últimas semanas.
Sobre el espacio de centro que busca construir Juan Schiaretti, los consultores afirman que no le será una tarea fácil posicionarse a nivel nacional en un escenario tan polarizado. Sin dejar de lado esa teoría, Fara profundiza: «En escenarios tan confusos, los dos o tres puntos que recolecta Schiaretti pueden ser la diferencia entre la vida y la muerte en base a quién se los saque. Si bien no es muy conocido a nivel nacional, tiene un enorme apoyo en Córdoba, en donde sacará un gran porcentaje que puede complicar la elección a Juntos por el Cambio».
A un mes y medio de las PASO la carrera está iniciada y el fin no será –solamente– enamorar aún más a los propios. Ambos consultores concuerdan en que, una vez más, esta elección será definida por los indecisos que esperarán ser cooptados por el mejor postor. «