La elección del ministro del Interior, Eduardo «Wado» de Pedro, como candidato a la Presidencia por el kirchnerismo dejó al gobernador Axel Kicillof a un paso de ir por la reelección en la provincia de Buenos Aires. En la Gobernación, sin embargo, hay extrema prudencia y evitan confirmar que será precandidato «hasta que no esté todo cerrado».

Kicillof era la carta presidenciable más fuerte del espacio por su caudal de votos y la versión de que iría a Nación en las últimas semanas creció con fuerza, empujada por La Cámpora. El mandatario nunca se hizo eco de los trascendidos y se limitó a decir que estaba «a disposición del proyecto». Sin embargo, el lanzamiento de «Wado» a la Presidencia le liberó el camino para quedarse en la Provincia y buscar ser reelecto por cuatro años más. Ese es el plan para que el trabaja su equipo y por el pedían un nutrido grupo de intendentes y todo el arco gremial.

En la Gobernación, no obstante, este viernes reinaba la prudencia y nadie daba por oficializado que será precandidato. «Hasta que no esté todo cerrado, seguiremos esperando», señalaron desde el entorno del mandatario a Tiempo. Es que aún no está cerrada la fórmula: es decir, si la vicegobernadora Verónica Magario volverá a ser su compañera o no. En las últimas horas circularon versiones que ubicaban a la presidenta de AySA y dirigenta del Frente Renovador, Malena Galmarini, en ese lugar, pero no fueron confirmadas. La negociación sigue abierta.

Kicillof, entre la hiperactividad y la prudencia

Los votos de la provincia, que concentra al 38% del padrón nacional, son claves para cualquiera que quiera ser presidente. Por eso, el gobernador sostuvo en estos meses la teoría de que «hay que ganar la Provincia para ganar la Nación» para apuntalar su plan reeleccionista, como también dijo que trabajaba en «juntar votos para Wado». Este jueves, en un guiño al precandidato presidencial compartió en Twitter el video con el que De Pedro se lanzó a la carrera nacional.

Kicillof
Foto: Prensa Gobernacion de la Provincia de Buenos Aires

En los últimos días, Kicillof se enfocó en la gestión y buscó un perfil bajo frente a la rosca y el ruido que generaron la conformación del frente Unión por la Patria y el reglamento para integrar las listas que abrió una batalla legal con el precandidato presidencial Daniel Scioli, y la precandidata a la Gobernación, Victoria Tolosa Paz, quienes se muestran firmes en ir a las PASO. No obstante, siguió las negociaciones políticas de cerca y se posicionó frente a la intransigencia del sciolismo cuando se sumó al pedido de «lista de unidad» impulsado por los intendentes del Conurbano.

Tras el feriado extra large, Kicillof retomó la hiperactividad diaria y evitó las declaraciones públicas. El miércoles encabezó la jura de la bandera en La Plata y visitó luego el distrito de Maipú. El jueves participó del egreso de 1500 cadetes de la policía en San Fernando, cerró calabozos en Almirante Brown e inauguró luego la Alcaidía Departamental Melchor Romero en La Plata. Este viernes seguirá activo a la espera de las confirmaciones: entregará netbooks en Florencio Varela junto al intendente Andrés Watson.