Luego de celebrar el 17 de octubre con la inauguración de una estatua de Isabel Perón, la vicepresidenta Victoria Villarruel instrumentó este 18 de octubre el despido de 38 empleados del Senado y se prepara para desvincular a más trabajadores. Así, lo informó la Agencia Noticias Argentinas de fuentes legislativas.

El decreto, que fue firmado hoy por Villarruel, dejó sin efecto nombramientos que habían sido motorizados en octubre pasado por la ex vicepresidenta Cristina Kirchner, con los que había incorporado a la planta permanente del Senado a 138 empleados.

Según detallaron las fuentes oficialistas a esta agencia, en lo que va del año la cifra de desvinculaciones asciende a 419. A su vez, aseguraron que estos despidos corresponden a una primera parte del proceso iniciado en junio pasado con «la caza de ñoquis», al advertir que «habrá más medidas».

A finales de abril, Villarruel había firmado una resolución para la creación de la Comisión de Análisis de la Dotación (CAD), con el objetivo central de «analizar y revisar los recursos humanos del organismo para optimizar los recursos públicos destinados a las diversas áreas», al observar cuestiones «poco claras» en la estructura.

La comisión fue integrada por la secretaria administrativa, María Laura Izzo; la prosecretaría de Coordinación Operativa, la Dirección de Recursos Humanos y la Dirección General de Asuntos Jurídicos. Una vez culminado el proceso liderado por Izzo, la CAD emitiría recomendaciones «a los efectos de optimizar la utilización de recursos humanos existentes».

De hecho, la propia Villarruel había definido esa medida como la «caza de ñoquis», y el flamante decreto va en esa línea. El estudio tenía previsto evaluar los últimos dos años de gestión e incluir un análisis de la designación, capacidad y ubicación laboral de las plantas permanentes, temporaria y contratados; las recategorizaciones, los agentes con destino en trámite y con requisitos jubilatorios.